Por: Eduardo Caicedo S.
Poco probable que Caleño raizal no haya ido de paseo al rio.
De pronto ya no se acostumbra mucho, y para los más “encopetados” sería algo “popular y ordinario”, pero que levante la mano el primero que no haya disfrutados del frío y refrescante torrente de agua del rio Pance, Meléndez, Cali, “La Choclona”, “Chorro de Plata”, Cañaveralejo, Lili, Rio Claro, Jamundí, el Cauca, por los lados de Salvajina, Juanchito y Puerto Isaacs, para los más osados y veteranos. Más distantes están los ríos Sabaletas, Anchicaya, Pepitas, Agua Clara, este último como su nombre lo dice, de cristalinas aguas, invita a disfrutar de su corriente, frescura y paisaje extraordinario.
Mis abuelos disfrutaron como muchos de los habitantes del Cali viejo, de las bondades del hermoso rio Cali, por los lados del oeste, era el más visitado el famoso “CHARCO DEL BURRO”, sitio de moda de los Caleños hacia los años 1.920 hasta donde apenas llegaba el camino de herradura, y posteriormente una carretera en los años 1.950 hasta los predios que hoy se conocen como el Hotel Obelisco, sitio de esparcimiento, muy recordado y visitado por los Caleños, para disfrutar de sus EMPANADITAS Vallunas.
Bueno, hasta allí llegaba Cali carreteable y se apresuraba el diseño para la nueva zona residencial de Santa Teresita y Santa Rita, posteriormente con esta decisión de extender la ciudad, dirigentes Caleños y miembros de la sociedad de ese momento, decidieron DESVIAR el rio Cali de su cauce normal, y enrutarlo por lo que en su época se conocía como las “caballerizas” de la Casa Obeso Mendiola, en donde se formó una hondonada a razón del desvío del rio, que comenzaron a llenar, tras poner un aviso sobre el inmenso cráter, “ARROJE SU BASURA AQUÍ”, hasta el fin de llegar al tope, y crear lo que hoy es la Avenida Colombia, exactamente en los predios del edificio del MUSEO DE ARTE LA TERTULIA, allí se ubicó por primera vez un salón comunal, donde departían, trataban los proyectos y reuniones de la comunidad del oeste de Cali.
Hacia el sur de la Ciudad, por los años 1.937 se alimentaba la piscina del Club Campestre de Cali, con las aguas del rio Meléndez que colindaban sus terrenos con la orilla del rio, muchos socios aprovechaban las mañana y tardes de sol, para llegar hasta su ribera, hacían el tradicional “PIC NIC” americano, que luego sirvió de ejemplo para las clases populares, y empleados del club que lo repicaron, ya por fuera de este y a las orillas de los diferentes ríos como Pance, Cali, Meléndez, etc.
Así las cosas, era gusto y placer de ricos y pobres disfrutar la mañana de Domingo en las riberas de alguno de los 7 ríos que bañan el territorio de Santiago de Cali, el SANCOCHO DE GALLINA, robada, regalada o comprada, era el menú predilecto, también se preparan ricos asado en carbón de leña, o los famosos “GATO” o “FIAMBRE” en hoja de “Biao”, para los que no querían cocinar, y que junto a la cerveza y el tradicional AGUARDIENTE de caña de azúcar, era el programa predilecto de cada fin de semana por cientos de Caleños.
Pero indudablemente el más popular destino Caleño es el rio PANCE, miles se abarrotan en sus orillas cada fin de semana, los más juiciosos hacen deporte en sus vías, caminos y montañas, no creo que exista nacional o extranjero, que llegue a Cali, y no visite y disfrute de este espectacular rio, su clima, su aire, su infinito verdor, su cocina criolla vallecaucana, es el deleite en cualquier toldo a la vera del camino que lo circunda, “EL PARQUE DE LA SALUD, “EL PARQUE NATURAL EL TOPACIO”, y “LOS FARALLONES DE CALI” hoy reserva Natural del estado que lo ve nacer, en el pico de PANCE a 4.200 metros sobre el nivel del mar, de allí su nombre en legua PAEZ que quiere decir: “LUGAR DE LAS AGUAS”, tiene una extensión de 50 kilómetros, y desemboca sus aguas, al rio Jamundí.
Lugar de amores y pasiones, risas y alegrías, pero también crímenes y muertes han machado sus orillas, crecientes que se han llevado vidas, ranchos, sueños, pero es un afluente que más que destrucción, ha sembrado vida.