Por: GUSTAVO ALVAREZ GARDEAZABAL
Si en un panorama tan confuso y tan intencionalmente vuelto sancocho se usaran los viejos métodos de medir la simpatía electoral y el favoritismo por quien sea capaz de llenar plazas, el leninista de Petro tiene por qué estar encabezando el puntaje que las encuestadoras dizque miden con pulcritud y neutralidad absolutas.
Pero como en estas elecciones presidenciales del 2022 no solo se evitó condenar y combatir la cochinada de la compra venta de votos. Como más bien se le colocó un candidato presidencial a cada lista de aspirantes a ser elegidos como los emisarios de las cooperativas de contratistas que reemplazaron los partidos políticos. Pero, sobre todo, como es la primera vez en que los mensajes electorales llegan por los nuevos sistemas cibernéticos y cada vez menos por los tradicionales prensa, radio y tv, prever el resultado se les ha complicado tanto a los antiguos que lo ven a ojo de buen cubero, como a los modernos escrutadores con el algoritmo en la mano.
Ya hoy es 28 de febrero y faltan exactamente tres meses para la primera ronda presidencial y el asunto en vez de aclararse, creo que se complica. Los hechos son tozudos. Hay candidatos que recorren casi todo el país,como Petro y Barguil y hay quienes solo lo hacen visitando las regiones donde tienen alguna cauda como Char y Robledo. Hay candidatos que no han hecho una manifestación, como el grosero exalcalde de Bucaramanga y otros que tratan de ir a toda parte como Gaviria, aunque no les salga nadie. Hay candidatos encaramados en las varas de premio como Galán y la negra Francia y otros que no salen del pantano como Peñalosa y la Ingrid.
Las encuestadoras nos dirán alguna cosa antes de la vagabundería de las cochinas elecciones para Congreso y, de acuerdo a esos resultados, nos darán otra cosa distinta para entender su desacierto. Pero lo que si se atreven a decir los antiguos medidores de las elecciones que puede pasar es que el próximo presidente muy probablemente va a ser oriundo del departamento de Córdoba y que la segunda vuelta final sería entre el leninista Gustavo Petro, nacido en Ciénaga de Oro y el conservador de nuevo cuño David Barguil, nacido en Cereté.
Las gigantescas manifestaciones que han presidido uno y otro en los últimos días, hayan sido o no trasportadas, dan la medida tradicional para los adivinadores de la política colombiana. Y como en la encuesta de César Caballero en Cifras y Conceptos dicen que Barguil gana la consulta de la centroderecha sobradamente y en la revista de los Gillinsky anuncian que Petro ha subido 8 puntos en la encuesta de ellos, el asunto parecería que va para allá: el próximo presidente será nacido en Córdoba. Pero dado que las sorpresas son hasta nucleares como en Ucrania, de pronto ni elecciones alcanzaremos a hacer.