En una olimpiada trascendentalmente bélica, a cuero destruido y ojo lagrimeando, son las noticias de ayer, noticias de hoy, el manjar servido a la oligarquía de turno.
Y es que está chévere robarte tu identidad, arrancarte las huellas dactilares y profanarte el alma hasta convertirte en un muñeco mas.
Vivimos en una cápsula amarillista progresivamente bombardeada por vanidades ilusorias. Si tan solo desnudaramos nuestras verdades ganaríamos un round a la comodidad que reina; y es que el problema es tu sofa con vista a ese televisor hd último modelo con vista Hotel California …Tiempos de ahora, visualizar el horror manipulado desde lejos con el tan resonante»A mi no me pasa».

El tema en cuestión es que no queres cambiar ni una milésima parte de lo que sos, y en lo recurrente a los minimos detalles cualquier actitud te delata. No das un pancito al pibe del conventillo todo sucio y descalzo mientras haces crujir tus dientes con una bondiolita, no miras a tus costados, ese ombliguito lleno de pelusa y tu ego engordando el ganado de turno.

Ni siquiera un grito de angustia en la noche mas lúgubre te detiene, total vas por la vida sintiéndote todo un soldado, justificandote con un gran YO laboro y me rompo, YO pago, YO vivo…demasiada idolatría en bancarrota.
Gente como vos, que se piensa revolucionaria por unas vacaciones express, que luego le cuesta la sonrisa por varios meses, todo muy Made in Usa, y dónde dejaste el corazón?
Narcicista, tu arrogancia te deja tirado una vez más mostrando tu lado más hostil.
Pero vos fijate, esta vez ni la tele ultimo modelito te saca a flote de tu ineficaz «Cultura Sabelotodo».

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