LA FARSA DE LA TEORIA MALTHUSIANA
Nos hemos encontrado muchas veces con discursos como “el número de personas en la Tierra superará la capacidad de carga del planeta en el futuro previsible, lo que conducirá al colapso económico o social, y se deben tomar medidas para frenar el crecimiento de la población”
Para lograr comprender esto, debemos remitirnos al siglo XVII, y conocer al economista y demógrafo Thomas R. Malthus, graduado en honores y profesor en Cambridge, llegando a pertenecer a la Royal Academy. En 1798, escribió su famoso “Ensayo sobre el principio de la población”. En pocas palabras, él sostenía que la población crecía de forma geométrica (1, 2, 4, 8, 16) y la producción de alimentos aumentaba de forma aritmética (1, 2, 3, 4, 5). Mencionaba que la población debería crecer lentamente, ya que sino por falta de alimentos, ocurrirían hambrunas, pestes, guerras, etc…
En 1815, se produce “el año en que no hubo verano”, donde por la explosión de un volcán en Indonesia, el cielo fue cubierto por una nube negra. Europa estaba congelada, debido a esto, las cosechas fracasaron y todo daba como Malthus lo predijo, pero hubo algo que no tuvo en cuenta. En ese momento, empezaba una revolución agrícola, expandiéndose por toda Europa, las colonias, Estados Unidos, Australia, etc… Ante esta situación, la productividad se multiplicó.
Empezaron a usarse fertilizantes a base de guano, junto a ello, se produjeron mejoras tecnológicas: En Estados Unidos, podemos encontrar la nueva “cosechadora mecánica”, seguido de eso, se mejoró el arado de hierro haciéndolo de acero, facilitando el corte de la tierra, el proceso de vulcanización del caucho. Luego, Thomas Aveling, inventó un motor a vapor.
Seguido de todas estas mejoras, en el siglo XIX, empezó a escasear el guano, lo que generó carencia en los productos para la fabricación de fertilizantes. Ante este revés, algunos economistas prevén nuevas hambrunas.
Pero se volvieron a equivocar los que seguían las Teoría Malthusiana, ya que el uso de los tractores liberó a los caballos, esto liberó más del 20% de tierra útil.
En 1909, implementando un método para sintetizar el amoníaco, se logró reducir los costos y se multiplicó el uso de fertilizantes. Gracias a este avance, se logró optimizar los recursos y darle más utilidad, generando más productividad.
Gracias a todos estos progresos, se acabaron las hambrunas tan frecuentes. Para 1960, continuaba aumentando la población y generaba ciertas complicaciones, en este caso, en la India.
Debido a nuevos avances agrícolas, y tecnológicos, para 1974, la producción se había multiplicado por 4 o por 5.
Todo esto, gracias a la producción de alimentos, el incentivo a nuevas maquinarias. Tenemos el caso de Argentina, donde tiene 44 millones de habitantes y genera una producción de alimentos para más de 400 millones de personas.
Para finalizar, pudimos ver que la tecnología permitiría mantener el aumento de la oferta de energía y de alimentos. En 1820, sólo el 5% de la población mundial tenía un nivel de vida algo elevado. Para 1981, la pobreza había caído al 44%, y para 2017 solo el 10% de la población mundial seguía en extrema pobreza. Los inventos, la agricultura, la ganadería, permitieron generar más recursos, más alimentos para abastecer a toda la población.