Por estas calendas escasea tanto el civismo de antes que ya ni se bota adecuadamente la basura…Y basta con recorrer algunas de sus calles de cualquier ciudad o pueblo…También echen una miradita al shut o depósito más cercano y lo corroborarán…

En resumen, este es un llamado a botar bien…las basuras, pues si no aprende no me extrañaría que también termine botando su voto…

Los montones de basuras y escombros asoman por doquier, incluyendo las bermas de vías intermunicipales. Para no ir lejos entre El Poblado Campestre y otra ciudadela cercana en construcción ya hay un basurero impresionante. Esto sucede en la vía Cali-Candelaria. Si las autoridades competentes no intervienen con prontitud ya veremos el nuevo “Navarro”, recordando aquel basurero gigante a cielo abierto que llegó a tener Cali.

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En el caso del Valle del Cauca me detendré en su capital, porque Cali llegó a ser ejemplo de civismo: en esta ciudad se hacía cola para abordar los buses y los taxis colectivos, mientras que el aseo se cumplía bajo la filosofía de pensar y creer que “La ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia”.

Ejemplo de dolor es la Avenida Ciudad de Cali, al suroriente, que mantiene cerca de un kilómetro flaqueada por basuras y escombros, al punto que el propio alcalde Jorge Iván Ospina se quedó sorprendido, se enojó y hasta trinó contra el panorama que estaba viendo y reclamó acciones a entidades bajo su jurisdicción.

Sin duda que en todo esto lo que más falta hace es civismo, porque buena parte del problema depende de conductas individuales que terminan convertidas en colectivas. Esto indica que urge trabajar duro desde las escuelas y colegios para que los hijos terminen influyendo en los hogares y a su vez garantizar un renacer del civismo en las nuevas generaciones.

Partamos de comportamientos que son elementales, los mismos que al no cumplirlos desembocan en hechos graves y sigo hablando del aseo, sin desconocer que tales conductas tienen múltiples variables y caminos de expresión. Vale recordar que abundan aquellos que prefieren “olvidar” bolsas con basuras a la salida de las unidades residenciales donde viven o dejarlas por fuera de los depósitos o shuts, cuando bastaría con arrojarlas por las ventanillas disponibles.

Y algo hasta curioso que todos hemos visto alguna vez: hay familias que al “trastear” dejan en las aceras o zonas verdes como recuerdo colchones, cómodas o sofás que ya no sirven… Las huellas de su falta de civismo quedan marcadas y van a repetir el ciclo a otro barrio, a otro barrio o un pueblo…

Ojalá que usted amigo lector en caso no saber botar basura corrija, porque de lo contrario también puede terminar botando el voto, así como botó el civismo… Falavi2005@yahoo.com @falavi2005