EL FEMINISMO NO SIRVE

Una vez más nos encontramos en marzo, ese mes del año en el que las feministas salen de sus cuevas para protestar por la abolición del “patriarcado”, muchas veces completamente desnudas y sin olvidarse de los correspondientes actos vandálicos de la celebración del “8M”. A ellas les dedico este artículo.

Hagamos un análisis muy simple, que sólo requiere de algo tan mundano como el sentido común. Podemos partir de una pregunta sencilla: el feminismo, ¿sirve de algo? Supongamos que la respuesta es sí, entonces, ¿de qué sirve? Muchas podrán hacer referencia a los famosos “logros del feminismo” en relación a los logros de las y LOS sufragistas: derechos civiles y políticos en términos de igualdad ante la ley. Sin embargo, cabe destacar que ni el feminismo es un movimiento unívoco —de hecho, existen muchos feminismos—, ni tiene pocos años de historia. Por el contrario, el feminismo data de varios siglos atrás y posee muchas teorías en relación a la estructura del patriarcado y cómo combatir el mismo (feminismo radical, feminismo liberal, feminismo negro, feminismo intersexional, etc.).

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Siguiendo esta misma línea, podemos pasar a realizar otra pregunta: suponiendo que estos el feminismo puede adueñarse de estos logros, ¿todavía es necesario? Existen dos posibles respuestas y, lamentablemente, ninguna favorece al feminismo. Un primer análisis puede indicarnos que, como ya se ha logrado la igualdad ante la ley —y también una aceptación social y cultural de la igualdad entre hombres y mujeres— entonces el feminismo ya no es -realmente- necesario. Probablemente muchas feministas se indignarían con esto y harían referencia a las situaciones de violencia hacia las mujeres -mal llamada violencia de género- para alegar que el feminismo ha logrado cosas pero que todavía es necesario.

Exploremos ahora el análisis anterior. Entonces, ¿cómo podemos esperar, genuinamente, que una teoría que tiene al menos tres siglos de historia no pueda llevar a cabo el único objetivo que se plantea: abolir el patriarcado? Asumir que las mujeres, en la actualidad, se encuentran en una posición de opresión como consecuencia de un sistema cis-hetero-patriarcal implicaría, como consecuencia lógica, que el feminismo no ha sido eficaz en el combate de ese sistema. Es decir, si el feminismo todavía es necesario, es porque no ha podido concretar su objetivo.

¿Cuál es, entonces, el problema del feminismo?¿Se trata de su falta de una estrategia común o de un mal análisis de la realidad social? Sea cual sea la respuesta, hay un hecho innegable: mientras el feminismo dice defender a la mujer del patriarcado con sus elaboradas danzas y cantos, o con sus “políticas de género”, la violencia hacia la mujer sigue en aumento y todavía existen países en los que la igualdad ante la ley no es una realidad. Cabe preguntarse, ¿cómo podemos confiar en una teoría que no es capaz de definirse a sí misma sin entrar en contradicciones?

Es muy simple llegar a una conclusión: el feminismo no sirve. Pero aún así, voy a cerrar con una pregunta para aquellas personas que se ofendieron leyendo este artículo: si todavía piensas que el feminismo sirve, ¿por qué no es capaz de proteger verdaderamente a las mujeres?¿Se trata de una falla en el análisis de la realidad, lo que implica que toda la teoría está mal?¿Se trata de que las continuas divisiones internas imposibilitan la aplicación de una estrategia común?¿O acaso los intereses de los activistas son otros, y no proteger a la mujer?