GABRIEL JEREMIAS

No nos vamos a engañar, la gran mayoría de nosotras utilizamos al menos una red social – yo, personalmente, utilizo más de una – y dedicamos cierto tiempo chismoseando sobre todo lo que hay en ellas y a hablar con amigos y conocidos (tanto si los conocemos de antes como si son amigos creados en las propias redes sociales).

Sin embargo, las redes sociales son herramientas muy jóvenes, que llevan muy pocos años entre nosotros, y para las que todavía no hemos tenido tiempo de aprender formas de uso más o menos adecuadas y eficientes. No es de extrañar, teniendo en cuenta que todavía no existe una generación adulta que haya crecido con estas herramientas.

Dentro de este contexto, han ido surgiendo muchos mitos, comentarios y rumores sobre el uso de las redes sociales. En muchos de ellos se las culpa de todos los males que no asolan y, especialmente, se las acusa de estar desplazando al contacto personal y directo y de estar generando un aumento del sentimiento de soledad entre nuestros jóvenes. Tanto es así, que numerosos artículos, como este, han profundizado y desarrollado más en la relación entre el uso de Internet y el sentimiento de soledad y aislamiento.

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Las redes son simplemente un contexto más
La realidad es que los seres humanos tenemos múltiples identidades sociales en nuestra identidad. Esto quiere decir que somos hijos, hermanos, padres, trabajadores, amigos, hinchas de fútbol, runners o un largo etc. de opciones y no en todos los escenarios que se nos presentan en la vida nos comportamos igual.

No somos iguales en el trabajo o cuando tenemos una reunión con nuestro jefe, que tomando unas cervezas con nuestros amigos. Esto es normal y deseable: saber adaptarnos a cada uno de los escenarios sociales de nuestra vida supone un comportamiento adaptativo. Las redes sociales son un contexto social más al que tenemos que adaptarnos y adoptar un comportamiento adecuado.

Las investigaciones realizadas al respecto encuentran que, más allá de tratarse de un contexto diferente, nuestra forma de relacionarnos en las redes sociales no es diferente a la que tenemos en el contacto directo y que no se da un cambio de conductas o comportamientos, sino un cambio de escenario.

Es más, según indican los investigadores, la mayoría de nosotros – especialmente los adolescentes – utilizamos las redes sociales para reforzar las amistades que ya tenemos en la vida. En la gran mayoría de los casos nos relacionamos por medio de las redes sociales con personas que conocemos de fuera de ellas. Además, en el caso de que se creen relaciones de amistad en Internet, las evidencias encuentran que no solo son igual de significativas que las experiencias personales, sino que suelen acabar trasladándose a «la vida real».

Es decir, que la creencia de que el uso de redes sociales reduce la calidad de nuestras amistades y está acabando con las relaciones cara a cara, no parece estar muy fundamentado en evidencias reales, sino más bien en prejuicios.

Las redes sociales no están aumentando los sentimientos de soledad
El año pasado, una investigación llevada a cabo por la Universidad de Kansas, intentó evaluar hasta qué punto las redes sociales pueden estar realmente desplazando al contacto humano y cuánto influyen o no en que nos sintamos más solos y aislados.

Los resultados de esta investigación van un poco en la línea de lo encontrado hasta ahora: quizás nos sentimos más solos, pero la culpa no parece ser de las redes sociales. Según este estudio, no existe ninguna evidencia de que el uso de estas herramientas esté provocando la pérdida de relaciones cara a cara con nuestros seres queridos. El uso o no de estas redes no se relaciona de ninguna manera con el número de veces que vemos o visitamos a nuestros familiares y amigos o realizamos actividades con ellos.

Lo que sí es posible, tal y como indican en las investigación es que, las personas que se sienten más solas con anterioridad – o tengan más dificultades para relacionarse – utilicen durante más tiempo las redes sociales o hagan uso de ellas de manera que les haga más fácil relacionarse con otras personas. De hecho, algunas investigaciones indican que un uso adecuado de las redes sociales puede incluso reducir el sentimiento de soledad ya que nos acerca más a la gente.

“Las redes sociales no son las culpables de que te sientas más solo”