Gardeazabal

Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL

Mientras en el mundo la guerra de Ucrania y la inflación se han unido para obligar a la Reserva Federal a endurecer el mercado volviendo a cobrar intereses por sus préstamos, el parche en Colombia cuando apenas comienza la campaña presidencial también se está enturbiando.

Mientras todos los expertos económicos advierten del recalentamiento de la economía rusa como consecuencia de las medidas bancarias decretadas y hablan ya de que el 15 de abril el imperio de Putin se declarará en default, en Colombia el resultado de los escrutinios comienza a mostrar una sospechosa actuación de los jurados o de la Registraduría para haber disminuido innecesaria pero si provocadoramente votos del Pacto a la hora de reportar resultados.

Anuncio

Si Rusia se declara incapaz de pagar su deuda porque no tiene sino devaluados rublos, Colombia no puede darse el lujo de permitir sospechas sobre las votaciones porque reviviría el fantasma de la violencia en los comicios de antaño. Pero hay la sensación de que vamos hacia donde todo se agrava y no hacia donde se resuelve tanto aquí como allá. El macartismo que florece en Estados Unidos y en Europa contra Rusia no es anticipo de un mundo en paz. La negativa de un hotel en Medellín de alojar a Petro, tampoco presagia una campaña tranquila. Se está calentando el parche innecesariamente. En el mundo repetimos los estados bélicos que hace 77 años parecían haber terminado con la guerra mundial.

En Colombia estamos dejando llevar la polarización a extremos peligrosos. La audiencia privada y sin fotografías que el papa le dio al candidato Rodolfo Hernández y la ñapa que le concedió en la audiencia pública de los miércoles a él y a su familia acercándose hasta la fila donde estaban, para ahí si tomarse la foto ha servido para alborotar el avispero.

No solo se trató de minimizar este reconocimiento, que dicen que ya le había hecho el papa peronista a Petro, sino que cuando ya se comprobó la verdadera magnitud de la audiencia, las cargas se volcaron de un lado y del otro del espectro político para hacer responsables de ese gol, que permite al menos empatar imaginariamente la contienda, a Hugo y Guillermo, el par de argentinos, reconocidos como asesores publicitarios del exalcalde de Bucaramanga. Lo lamentable es que, una hora después de que la noticia circuló, los dos respetados e ingeniosos creativos de imagen recibieron una seria amenaza si no renuncian a seguir acompañando al candidato independiente. Se está calentando el parche en el mundo y en Colombia y a nadie le conviene.