Cortesía: Agencia EFE
Barcelona, 1 abr (EFE).- Flotando por encima de un público extasiado, Maluma convertía el Palau Sant Jordi en el templo del reguetón. Porque en Barcelona comenzó su gira y allí estuvieron 18.000 personas para atestiguar que el colombiano sigue siendo el dios. La ceremonia de adoración comenzó 40 minutos tarde con el tema Hawai, pero poco importó. Después de dos años de espera por el covid, el público se mostró paciente.
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