Ya no hay nadies o nadios; todos y todas son otros y otras.
Veamos:
Petro no es Petro, es Chávez, Maduro, Tirofijo, Samper, Putin, Boric y, por supuesto, satanás.
Fico no es Fico, es Uribe, Santos, Gaviria, Vargas Lleras, Laureano, Pastrano y naturalmente facho.
Fajardo no es Fajardo, es Claudia, De La Calle, Mockus, Robledo, Galán y Cloro (limpia todo).
Es todo tan absurdo que, solo pasa en Colombia, el País del absurdo. No se reconoce la personalidad de nadie, ni nadios; ni las acciones de ningún candidato u candidata; todos son supuestas marionetas de alguien.
Por ejemplo, al tal Fico, el greñudo, que le dicen marioneta de Uribe, nadies, ni nadie le reconoce que apoyó el proceso de Paz, que es un anatema para el Uribismo; además, votó SI al referendo de Santos.
Que Petro es Boric y Castrochavista, cómo van a afirmar eso, si en su grupo de vanguardia está el Senador Bolívar, que tiene bienes por 20 millones de dólares en Miami y los cuñados son multimillonarios; para no hablar de los Roys y los Benedettis.
La verdad es que Fico es Fico y Petro es Petro; no son otras personas. Ellos son seres singulares y no un sinnúmero de titiriteros que dicen los manejan.
Las famosas bodeguitas de influenciadores, personas pagadas para desinformar y agredir a los contrarios, han desvalorizado tanto la campaña política que, ya nadie, ni nadios cree en nada, ni nado.
Espero no se vayan a enojar por usar este lenguaje incluyente e incluyenta, tan de moda y modo, en esta época. No vale la pena y pene; tómenla y tómenlo con calma y calmo. Los invito a que nos comamos un perro u una perra caliente, con agua de valeriana y valeriano.
Ñapa: Ahora aparecen todos los responsables de la no clasificación al mundial de Qatar; no serán los directivos, por su puesto; ellos son intocables y seguirán con su negocio de las boletas. ¡Qué horror!
Ñapita: Horrible que se hayan cambiado los estatutos de ECOPETROL para ampliar el período de los miembros de la junta directiva a 5 años; como quien dice que, durará todo el próximo período presidencial, gane quien gane; nunca había sucedido algo así.