‘Gatos’ deteriorados
En la campaña de Petro Presidente, ya es común, como en todas las demás propuestas a la Casa de Nariño, ver a los que resultaron quemados en las pasadas elecciones al congreso. Con este ejercicio, están tratando de salvar en algo su inversión y por eso los vemos haciendo la payasada de llevar gente con letreros y haciendo mucho ruido como si tuvieran votación. Ya todo mundo sabe que son cadáveres electorales insepultos, que andan como ‘zombies’ buscando aliento de vida.
Un caso de estos se vio el pasado domingo en el Parque de la Caña durante la instalación de la mesa política petrista de Cali.
Ahí estuvo, entre muchos otros zurdos con cero respaldos, ‘el gran pato’, el ex candidato verde a la Cámara Harvey Hurtado, que es un pésimo exponente de lo que es un empresario del transporte, jugando a ser político. Un hombre sin discurso, sin presencia mediática y lo más triste, sin votos.
Su lema es: Los ‘gatos’ con Petro. Vale decir que la figura de estos nobles animalitos politizados ya no tienen ni garras, ni dientes electorales, solo maúllan sentados e inanes porque ya están escasos de fuerzas.
El lema debería ser corregido como: Los patos jubilados con Petro.

Donde ‘Fico’ hay más patos
Por otro lado en la campaña de ‘Fico’ Presidente también se ven de estos personajes indocumentados, con los bolsillos vacíos de votos.
Uno de ellos es el ex gobernador y Ubeimar Delgado, que carga con su última quemada y los pocos 6 mil votos en Cali, dando línea de cómo garantizar el éxito regional para Fico. Ese no deja de ser apenas un buen chiste de un hombre experto en perder y dizque armando una gran estrategia para ganar. Eso no se lo cree nadie.
El argumento discursivo del genial Ubeimar, se basa en que le robaron la elección al congreso en la Registraduría y por eso se deben cuidar los votos.
Unos grandes detractores de su grupo político repiten hasta el cansancio que el ex gobernador primero debería pelear las notas de la primaria, antes de entrar en la cerrada disputa de unos votos que nunca tuvo.

Motoa está de caída
Otro que se dedicó a defender las ideas de la derecha, y eso no es malo, es el senador y muy poco votado en la capital del Valle, Carlos Fernando Motoa, con apenas 4 mil voticos en Cali. Lo malo es que quiera sumarse a una campaña donde no aporta. Lo único que este congresista tiene asegurado, es que no será un actor político local importante, sino que será un senador sin respaldos en su ciudad. ¿Será que lo conocen bien, por lo incumplido, y por eso no votan por él?
Se sabe que tiene una buena relación con la activista política Juanita Cataño, y esto no le sirve electoralmente. Hoy esta pareja sirve para todo, menos para tener votos en las urnas, juntos, seguramente no les alcanza sino para elegir presidente de una JAL.

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Huele a quemado
La semana pasada cumplió años el concejal Juan Pablo Rojas y varios de sus grandes amigos temían llevarle velas para la torta, evitando así que el joven cabildante se pusiera a llorar por recordar la última quemada electoral de su padre, José Uriel, al congreso.
Si algo sabe el recién cumpleañero, es que no tiene como repetir curul al Concejo y su quemada está anunciada con más de un año de anticipación.

Concejales, sin regreso
En este mismo grupo de los que no regresan, entraron ya varios concejales de Cali que sienten que les llegó la hora y pasarán a ser ciudadanos de a pie a la vuelta de un año.
El gran problema para los corporados tradicionales, como el propio Carlos Andrés Arias y Henry Peláez, de la U, es que perderán el espacio que tenían.
La razón para esto último es que se augura que el Pacto Histórico, como fenómeno actual, podría lograr entre 5 a 7 curules y eso les quitaría sillas a conservadores, liberales, la U, Cambio Radical y Centro Democrático. Sobre este último partido, al cual pertenece Roberto Rodríguez, no tendría cómo regresar a su silla.
Lo propio podría ocurrir con Carlos Pinilla y Diana Rojas, de parte de los ‘rojos’; también Richard Rivera, Juan Martín Bravo, por el lado de los godos; María Isabel Moreno y posiblemente Flówer Rojas en caso de quedarse dormido, del Partido Verde y Alexandra Hernández, de Cambio Radical.
Es decir en este corto examen se puede notar que se tambalean unos once de los actuales, teniendo en cuenta que se presentarán competidores de sus propios partidos con ganas de entrar.
Las cuentas son claras: las curules a proveer son 21. El Pacto con una mediana votación, se acreditaría 5 curules, quedan 16 para repartir. La U perdería unas dos; los conservadores, otras dos, lo mismo que los verdes.
El caso de los liberales puede ser mucho más dramático porque se irían Juan Pablo, Diana y el veterano Pinilla. No significa que el Partido pierda esas plazas, pero sí puede cambiar de protagonistas.
Una se le quita a Cambio Radical. La única que tiene, la pierde el Uribismo.
Colombia Justa Libres, de los cristianos, igualmente perdería su representación y falta ver cómo se comporta Colombia Renaciente con Harvey Mosquera.
Queda pendiente Ana Erazo, del Polo Democrático que fue elegida de última, en el filo, con 3.639 votos.
Como se puede apreciar, el panorama no resulta nada fácil y posiblemente se puede calcular que habrá una renovación que estaría cercana al 50% o 60%.