La política y el amor normalmente no han ido de la mano, cosa que creo es un gran error, por eso en mi participación como candidata a la cámara de representantes, me permitió crear una nueva apuesta política, donde el AMOR, va más allá del romanticismo, se enfoca, en el amor al servicio, lo que es la naturaleza real de la política, cuando hacemos las cosas que amamos o con amor, todo es completamente diferente.
Colombia y el mundo merece evolucionar desde el HUMANISMO real, donde todas las personas tengamos garantías de verdad para tener CALIDAD DE VIDA, tantos años de violencia han hecho que las malas noticias, la corrupción, la indiferencia, la polarización, el ego, la separación, la venganza, la competencia, sean factores que se han normalizado en la cultura política y social.
Queremos un cambio real aunque no sepamos cómo hacerlo, decidí ingresar a la política, porque el sistema no va a cambiar desde la queja y la opinión, sino desde los actos conscientes de generar un bienestar social, que se imprima en nuestra cultura de forma positiva, hemos vivido en un trauma colectivo, víctimas del miedo y la opresión, cosa que afecta la MENTALIDAD COLECTIVA, pero debemos aprender y madurar en pro del bienestar propio, que traducido en un proceso individual, termina siendo la sumatoria del bienestar de esta SOCIEDAD; fortalecernos en el respeto por la diferencia, hablar para conocernos y saber que nos gusta y que no, serán factores que nos llevaran a un nuevo y mejor camino.
Polarizarnos solo nos aleja más de la unión que debemos construir para vivir en un mundo mejor, si recordamos que solo somos iguales en lo diferentes que somos, vamos a ser más
comprensivos con el proceso ajeno y propio.
Todos somos Socios de esta empresa llamada Colombia, donde nuestra voz tiene poder y más si hay unidad en los ciudadanos de esta sociedad, por eso creo que debemos actuar desde el amor, desde lo que nos mueve, desde lo que nos apasiona y crear en conjunto soluciones comunes donde las perspectivas de todos sean tenidas en cuenta, por eso creo que este proceso de transformación política debe ir de la mano con un cambio en la
concepción del sistema educativo, donde la formación se enfoque en el desarrollo de los talentos y habilidades de cada niña y niño, para así fomentar el amor por el conocimiento, enseñar a Emprender debe ser algo normal en la educación, pues al potenciar nuestro capital humano, desde las habilidades propias, tendremos a empresarios más exitosos, pues la curva de aprendizaje disminuye el costo económico de asumir los errores de la inexperiencia y desconocimiento de cómo hacer empresa, disminuir significativamente el riesgo de fracaso al saber que cosa hacer y que no, esto se traduce en un gana gana, tanto a nivel individual como a nivel social, ya que al tener éxito en lo que se emprende con amor y pasión, se genera ingresos para el emprendedor, su equipo de trabajo, su familia, sumado a el aumento de cobro de impuestos para estas empresas que crecerán paralelamente con el PIB.
Por eso debemos apoyar a los nuevos políticos que tengan propuestas Humanistas, de generación de ingresos, de unión con propuestas que favorezcan la calidad de vida general, pues una persona con dinero en el bolsillo y sus necesidades básicas resueltas, es una persona más sana mentalmente para nuestra sociedad que pide a gritos un cambio consciente lejos de la violencia y cerca de un sistema que vaya encaminado a crear soluciones eficientes.
Por eso el trabajo ideal es el que se hace por amor y no por obligación, juntos podemos lograrlo, pero JUNTOS.