Gran parte del desarrollo y la dinámica moderna de los grupos humanos depende de la acción de los polinizadores, ellos favorecen el crecimiento de cultivos que proveen alimentos y nos es exagerado afirmar que de su supervivencia depende la de los seres humanos en el planeta.
Daniel Ascuntar, Ingeniero Sanitario y Ambiental Asesor de la Dirección del DAGMA, confirma que “la principal amenaza para los polinizadores es el cambio climático porque altera los ciclos de floración de las plantas y desorienta a las aves e insectos. También las temperaturas extremas, la deforestación, la fragmentación de los ecosistemas, el uso indiscriminado de agroquímicos y prácticas humanas que los desplazan como la introducción de especies invasoras que generan virus y patógenos que los enferman”.
En Cali las autoridades como el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, DAGMA, los grupos y líderes ambientales adelantan una cruzada por salvar a los polinizadores. Aves e insectos como abejas, mariposas, escarabajos, lagartijas y moscas, además de murciélagos, entre otras, están siendo recuperadas en espacios públicos como ecoparques y bosques urbanos gracias a jardines con plantas nativas que tienen flor y les ofrecen alimento, además de meliponarios denominados hoteles para abejas.
En el Parque Ambiental Corazón de Pance, se ha diseñado un espacio específicamente para los polinizadores con plantas como salvia, albahaca, lantanas, malvas, romero y asclepias, que adicionalmente contribuyen a recuperar zonas deforestadas y permiten la conectividad ecológica de toda la cuenca.
Recuperando la flora nativa se beneficia la cuenca hidrográfica, se evita la erosión y el agua vuelve a recargar el acuífero para aprovechamiento de toda la ciudad. Desde casa podemos contribuir a la supervivencia de los polinizadores evitando el uso de insecticidas y sembrando flores en nuestros balcones y antejardines.