Sexo, desnudez explícita, dramas sobre la sexualidad en la adolescencia y la libertad como promiscuidad, estos son algunos de los tópicos más presentes en las series y películas contemporáneas. Podemos mencionar algunos ejemplos: Sex Education, Euphoria, Bonding, 365 días, e incluso series que aparentan ser inocentes como Emily en París.

No se trata de algo menor en lo absoluto, los bombardeos desde los medios reflejan un mensaje fuerte y claro: una vida promiscua y orientada a la búsqueda del placer te lleva a la libertad. Es decir, se es libre en la medida en que se experimenta sexualmente y se es abierto sexualmente. Lo que antes era propio de la intimidad, hoy es debate público.

Algo que no muchos ven es el impacto que este tipo de contenidos tienen en los jóvenes —especialmente los menores de edad—. Por ejemplo, la presencia de una gran sexualización de menores a través de las redes sociales como instagram o tiktok, en el que estos jóvenes tienden a imitar los comportamientos de los personajes e incluso declaran sentirse identificados. Por lo que, este tipo de series y películas, genera un fuerte impacto en los jóvenes que las consumen y en su visión respecto de su sexualidad.

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Podemos observar cómo, a través de recursos como el humor y el romance, se transmite un mensaje claro en relación a cómo debería entenderse la libertad. Tanto de forma indirecta como en diálogos textuales, se muestra que el sexo es libertad y una vida promiscua y de “exploración”, centrada en el propio placer, es el verdadero camino a una vida plena y feliz.

Ahora, traigamos a colación algunos datos importantes sobre la salud sexual. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada día, más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS). Se estima que, anualmente, unos 374 millones de personas contraen alguna de estas cuatro ITS: clamidiosis, blenorragia, sífilis y tricomoniasis.

Algo importante a tener en cuenta es que hay estadísticas que señalan que los patrones de comportamiento promiscuo son la principal causa para que cada minuto 646 personas se contagien con alguna ITS. Es decir, promiscuidad y enfermedades de transmisión sexual van de la mano.

Esta nueva tendencia de producciones cinematográficas que se aventuran en la sexualidad humana desde una óptica de la constante búsqueda del placer, no es algo novedoso y hasta podría entenderse como una “nueva moda”. A la par, es cada vez más común encontrarse con series o películas que buscan incorporar críticas de carácter político y/o cultural para “adaptarse al momento” o atraer ciertos públicos jóvenes, especialmente adolescentes.

Sin lugar a dudas, nos queda claro que, cada vez más, las plataformas de streaming buscan contaminar el contenido familiar con imagenes de sexo explícito, convirtiendo cualquier pelicula o serie en contenido erótico para menores de edad.