KICO BECERRA

El descubrimiento de la forma cómo una periodista de la famosa W Radio, extorsionaba a funcionarios públicos para, con su pareja, recibir dineros, es sin duda la punta del iceberg de un escándalo mayúsculo.

Podríamos llamarlos «los falsos positivos del periodismo», especie conocida desde hace mucho tiempo, cuando algunos periodistas se convirtieron en sicarios morales de muchas personas; sus llamadas amenazantes producían pánico, por publicar cualquier murmullo, por infundio que fuera. El daño de una noticia, por falsa que sea, así luego sea desmentida, no tiene arreglo.

La flamante periodista Luz Helena Fonseca, una de las más insidiosas del equipo de Julio Sánchez Cristo, llamaba a funcionarios y los extorsionaba a cambio de ocultar supuestas noticias contra ellos. Era conocida como la que más hacía gala de luchadora por la moral pública; famosa por usar frases contra los corruptos. En este caso, salió lo del adagio popular: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces».

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Aunque los periodistas se caracterizan por la solidaridad de gremio y lo que es contra uno es contra todos, este acto se está presentando como un hecho aislado: Una manzana podrida. Disculpa que se le critica, por cierto, cuando la dicen las autoridades. La Nación conoce muy bien en lo que se han convertido algunos periodistas; más aún, dentro del propio gremio se conocen y en privado se comenta al respecto.

Sería muy bueno que se estableciera una especie de Comisión de la Verdad, para que estableciera el grado de degradación y corrupción a la cual han llegado algunos periodistas nacionales y regionales.

Si realmente la prensa quiere colaborar con la paz, debería aprovechar este vergonzoso hecho e iniciar una investigación a fondo, sobre este delicado asunto. Ojalá se pueda ahondar en esto y no vaya a ser acusado este susurrero, ante la SIP, por persecución a la prensa libre.

Si hubiese sido un empresario, un político, un cura, un militar o un policía, quien, prevalido de su poder, fuese el que estuviera involucrado en este escándalo de la periodista Fonseca. ¿Qué estuvieran diciendo sus compañeros de set en la W Radio? ¿En qué página de la gran prensa saldría la noticia? ¿En qué lugar de los noticieros de TV habría salido la noticia?

La auto crítica con los colegas es casi imposible en el gremio de periodistas; deberían aprovechar para tener la valentía de iniciar una depuración al respecto.

Ñapa: Significativo el nombramiento de otra septuagenaria como ministra de Cultura. El nuevo gobierno se está rodeando de experiencia: Canciller de 80; Minhacienda de 70; Mincultura de 76. Los consejos de ancianos, dominaron siempre las naciones. La dramaturga y poeta Patricia Ariza representa bien la cultura y no cabe duda de su militancia en la izquierda.