En julio del año pasado, el 11 de julio ya existiendo celulares estalló en San Antonio de los Baños una protesta que se multiplicó a más de 15 ciudades de Cuba. Fue el resultado del hambre, de la carencia de medicinas, de una respuesta tardía al COVID y de ganas de libertad.

Fueron protestas sociales que se extendieron hasta el 17 de julio tras el empleo de fuerzas especiales llamadas las avispas negras que son más feroces que el ESMAD en equipamiento y uso de perros amaestrados y armas de combate. Lo que más se escuchó fue “LIBERTAD” y “PATRIA Y VIDA” el nombre de una canción ganadora de 2 Grammy en 2021 que enfrenta la esperanza a la apocalíptica frase de “PATRIA O MUERTE”.

La protesta social en Cuba fue calificada como “contrarrevolucionaria”; aquí en Colombia de terrorista y en Chile antes igual. No hay nada nuevo sobre este mundo, el poder estigmatiza, condena la protesta social, en cualquier caso.

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Entre el 11 y 13 de julio por un momento se creyó que era el fin del inepto gobierno que ha logrado llevar a Cuba al top de la miseria según el índice de Hanke (HAMI), un triste índice de ineficiencia y mal gobierno. A ello nadie le discute el ser el país con menor opción de libertad de expresión desde hace muchos años.

La resultante de estas protestas de apenas una semana fueron decenas de heridos, más de 1300 detenidos de ellos 187 catalogados por la Comisión de DDHH de la ONU como desapariciones forzosas que han ido apareciendo a lo largo de este año.

Ya hay en firme 381 condenas incluyendo 16 menores de edad (16-18 años) en juicios sumarios y ajenos a todo principio de justicia y respeto a las normas de derecho. 287 tienen condena de privación de libertad y 36 llegan hasta 25 años de cárcel acusados de sedición. A 15 menores se les conmutaron penas de prisión por trabajo correccional con y sin internamiento.

Se esperan otros juicios ya que el propio gobierno anunció en enero pasado que eran 790 detenidos procesados y de ellos 55 eran menores de 18 años. Hay quien espera condena de 10 años por romper una foto de Fidel Castro. ¿ser imaginan cuántas condenas habría en Colombia por hacer lo mismo en el caso de Uribe o Duque?
Las cifras son elocuentes más de 140 000 cubanos que entre octubre y hoy han salido de Cuba para no volver según registro de los EEUU.

A un año de las protestas sociales en Cuba se habla de nuevas protestas. Vendrán, pero no ahora. Ahora hay mucho miedo.
La respuesta de los gobiernos neoliberales y socialistas son muy parecidas a las protestas antisistema, por exigir derechos, inclusión, pluralidad, oportunidades, salud como en Colombia, Ecuador, Brasil, Chile. En el caso cubano, quien proteste tiene dos opciones terribles: la cárcel si lo atrapan o el destierro pensando siempre que es mejor “PATRIA Y VIDA”.