El retiro programático del Pacto Histórico en Medellín, debió ser el punto de cierre de las propuestas centrales para la vida política que inicia esta nueva legislatura el 20 de julio. En este retiro que no ha sido tal por ser abierto, ha tenido más de pretexto de encuentros para acuerdos de micro grupos que de bancada.
La opinión de varios asistentes que en todos los casos no quieren que se mencione su identidad, no han encontrado claridad en la agenda y a ello se le suma la ausencia del líder del Pacto y otros como Gustavo Bolívar y Alexander López. Ha parecido más una reunión de cercanos amigos y no asumiendo claramente los ejes del cambio al ser poder.
Y es lógico que todo sea así, el Pacto Histórico aun sea el grupo de poder del acuerdo nacional – que nadie conoce -, es una diversidad de posturas con puntos en común y en enfrentamiento. La unidad ha sido Petro; pero no los fines y orden o prioridad de todo lo que se quiere y cómo se quiere hacer.
El Pacto ha mostrado fisuras antes de tomar el poder en sus relaciones internas y se han visto los choques de Gustavo Bolívar en reiteradas ocasiones en las redes sociales. Las relaciones “intrafamiliares” en el Pacto, han sido muy complejas por parte de quien nadie duda ha sido el principal escudero del hoy presidente y hoy marginado de la estrategia política. El simple hecho de estar en Miami y no en Medellín dice de lo molesto que está con los organizadores del retiro.
Llamó la atención que han sido reiterados los reclamos de Bolívar que se están decidiendo cosas, nombrando políticos, por encima de los “nadies”, es decir de la base social del Pacto.
Por otra parte, la ausencia de Alexander López uno de los políticos más cercanos al SENA y su sindicato, ha estado igualmente ausente. No ha dicho nada, pero sí es pública la carta que Sindesena en cabeza de su presidenta Aleyda Murillo Granados y su secretario Juan Pablo Montero envían al l presidente Petro alejándose del equipo de empalme.
En verdad esta es la primera ruptura (¿momentánea?) de una fuerza política de la izquierda con fuerte base social en los estudiantes al percibirse que el nuevo gobierno quiere sacar el Sena del ministerio de Trabajo para que entre en Educación. Algo rechazado desde el gobierno de Uribe y que sorprende renazca ahora. El sindicato, ha considerado esto un grave error y ha dado un paso al costado en el proceso de empalme. ¿Qué pasará a futuro? No lo sabemos, pero no creo que Alexander López y Wilson Arias estarán contentos con este timoneo.
En verdad el retiro tiene más de encuentro social y cuando el presidente regrese de Europa todo puede tomar orden por razón, por disciplina, por acomodo, pero no serán raras nuevas fisuras, nuevas rupturas de un gobierno que no ha empezado.
