Divertida al máximo fue la instalación del Congreso; ese recinto siempre ha sido el más variado zoológico nacional, donde tradicionalmente han estado vacas sagradas, lagartos y cocodrilos, micos y orangutanes, osos dormilones y cabras, delfines y bagres; ahora, con el cambio, llegaron los perros y los gatos, llevados por sus honorables, como apoyo emocional. Ya vimos la jarana que se armó con tanta variedad de animal junto y la algarabía que armaron.
La falta de singularidad por sus ideas, capacidad y conocimiento, por lo general, se transforma en la necesidad de ser reconocido por sus prendas de vestir, por sus tatuajes y exóticos sombreros. Un fulano vestido como hombre, con tacones; una dama estrenando alpargatas que, se tuvo que quitar por que le tallaban; unos con caros sombreros extranjeros, nada típicos; una, vestida de fiesta, para estrenar alfombra roja; realmente un circo, variopinto, con el que vamos gozar y padecer estos 4 años.
Irse ataviado como de Halloween al Congreso se volvió normal. Se olvidan algunos que, el hábito no hace al monje y que es una tristeza ser distinguido por el disfraz y no por sus ideas y sus debates.
Por cierto, el programa de TV del Congreso debe salir del horario infantil. Será un programa de terror, por la mano de momias tan bien disecadas que, parecen vivas; donde tienen papel protagónico Rodolfo Hernández, Humberto De La Calle, Clara López y Aida Avella.
No se puede pedir más de un ente dirigido por el macro lagarto y saltimbanqui, Roy. Tuvo razón el Senador Bolívar en no estar presente para no votar por este camaleón de la política. Hasta dónde nos ha llevado el cambio que, Bolívar ahora es símbolo de coherencia, belleza y decencia.
Ñapa: Para las Fuerzas Armadas es muy bueno que su ministro de Defensa sea el ex Magistrado Iván Velázquez; si bien es el mayor enemigo de Alvaro Uribe, también es una garantía para que los militares se quiten el Sambenito de ser fomentadores de los paramilitares. Ahora, nadie podrá llamarlas corruptas, violadoras de derechos humanos, ni de paras; buen y polémico nombramiento. Velásquez es un jurista, fanático moralista, muy distinto, por cierto, al desmedido seguidor del dios Baco, el designado director de restitución de tierras.
Ñapita: Va a hacer falta el director del DANE, Juan Gabriel Oviedo, quien con su pinta de Topo Gigio feo y su hablado de rolo amanerado, se ganó el respeto del país, por su seriedad en el trabajo. Con su no aceptación de quedarse en el puesto, por sentirse presionado por los de la comisión de empalme, dio muestras de su incorruptible personalidad.