Del 8 al 17 de julio de este año, se celebró en la ciudad asturiana de Gijón, el evento conocido como la Semana Negra.
Se le llama así porque es un evento cultural que convoca a los amantes del género negro: aquel que alude a las novelas de corte policial, en las que el personaje principal es un detective que se dedica a resolver un crimen, pero cuya trama no se reduce a esta acción sino que se ve cruzada por subtramas diversas, en las que prevalece la crítica social.
La Semana Negra de Gijón (Asturias, España) destaca no solo por ser un evento en el que se realizan mesas redondas y recitales de poesía sino además ferias de libros junto con puestos de comidas, cines, cafés y bares al aire libre; atracciones de feria; mercadillos; presentaciones de malabares, circos, ludotecas, entre otros eventos.
Uno de los más esperados es la entrega de los premios de la Semana Negra de Gijón, la cual ha sido promovida desde 1987 por el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II.
Este año se dieron a conocer por diversos medios los nombres de los ganadores. El Premio Dashiell Hammet a la mejor novela negra escrita en lengua castellana en 2022 fue para Nicolás Ferraro por la obra “Ambar” y para Carlos Bardem por “El asesino inconformista”.
Una mención especial de este premio fue para el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, “por su capacidad para convertir en alta literatura la trágica deriva de un país hermano”. Hace un quinquenio, Ramírez, Premio Cervantes 2017, publicó “Ya nadie llora por mi” (Alfaguara, 2017).
Se trata de una novela negra en la que el inspector Dolores Morales recibe un caso que nada tiene que ver con la mayoría de los que está habituado a investigar, y es la desaparición de la hija de un millonario. Según la reseña de la cadena de librerías La Casa del Libro, “el caso se revela como la punta de un iceberg, en el que toman forma la corrupción y el abuso de poder que subyace en el discurso revolucionario de la Nicaragua contemporánea”.
El Premio Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción en el género negro fue para “El invencible verano de Liliana” de Cristina Rivera Garza. En este libro, la autora relata el feminicidio de su hermana, para lo que recurre no solo a una minuciosa reconstrucción psicológica de la protagonista sino también logra “trasladar al lector el fresco objetivo de una realidad acuciante de las dos orillas del Atlántico”.
Otro libro que destacó en la Semana Negra de Gijón fue la novela histórica de Bibiana Candia, “Azucre”, la cual se llevó el Premio Espartaco.
“Azucre” relata un suceso histórico de 1853. En aquellos años, Galicia fue castigada con un lluvioso invierno que destrozó las cosechas, a la vez una terrible epidemia de cólera obligó a muchos jóvenes a buscar un porvenir lejos de sus hogares y familias.
Muchos partieron rumbo a Cuba para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar pero lo que comenzaba como un sueño para alcanzar el bienestar propio y familiar, se convirtió en una terrible pesadilla, ya que muchos de estos jóvenes fueron esclavizados. Sin proponérselo, estos inexpertos inmigrantes protagonizaron uno de los casos de trata blanca más sonados de la época.