KICO BECERRA

Ahora que están acabando con el consumo de azúcar, porque es más peligrosa que la cocaína, me acordé de un remedio que daba mi abuela para quitar el hipo: Una cucharada de azúcar, debajo de la lengua; bendito siempre se consideró para ese mal.

Hablando de remedios caseros, había uno muy importante hace años: Tomar yogurt simple al desayuno; quita el mal aliento. Para la halitosis, de esa que huele a vuelta canela de árabe, es muy eficiente.

Otro para quitar la pecueca es echarse vodka en los pies; elimina los hongos y las bacterias; con la ventaja de que no da guayabo en las patas.

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Comer aceitunas y chupar limón, cuando estamos mareados en un carro, barco o avión, tranca el vómito de una.

Para las quemaduras, lo mejor es echarse mostaza; no lo duden; queda como con pus, pero alivia de inmediato.

Bicarbonato de Soda para las infecciones urinarias y problemas de insuficiencia renal; está requete comprobado que es efectivo.

Leche de magnesia para aliviar las quemaduras de sol en la piel; todos la hemos usado, de tiempo atrás.

Cuando se tiene tos, poner una cebolla cabezona blanca debajo de la cama, es el mejor remedio; no dormirá nadie más con uno, pero alivia la tos; por tanto, es también un anticonceptivo garantizado.

Un ajo o una cebolla detrás de la oreja quitan la otitis (dolor de oído); amén de que nadie le volverá a susurrar en el oído.

Para los callos en los pies, aspirina (mejoral) grande, puesta con un esparadrapo, apretando el callo; lo disuelve o tumba el dedo; eso es mágico.

Estos remedios caseros que, tanta sonrisa les producen, funcionan, están probados por más de un siglo; aunque lo duden.

Para mis compañeritos de colegio y universidad, lo mejor, para revivir el maromero que, anda por ahí colgando, el té de ginkgo biloba, con miel de abejas y dos chontaduros; ha resucitado varios lázaros, que se creían muertos.

Aunque, según una autoridad en la materia, el recientemente desaparecido Notario, Jaime Jordán, daba fe en notaría de que, lo único para eso era una novia de 25 años que, lo cornee a uno de frente y delante de los amigos.

Ñapa: Nos vemos este sábado 20, a las 11 A.M., en la loma de la estatua del fundador. Recuperemos nuestros iconos; es hora de ir despertando de este letargo que nos está consumiendo como sociedad.

Ñaputa: Sin quererme meter en esa intimidad, creo que, a los recurrentes dolores de estómago de Petro, le debe parar bolas. Ir a Cuba, donde lo curaron en 5 días de un cáncer, es lo recomendable. Bien lo dice el Himno Nacional: «curso y dolores siempre terminan allá”: Es decir cagada fija.