El pasado 13 de septiembre, la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) envió una alerta a todos los estados miembros, después de que el Gobierno de Estados Unidos confirmara la aparición de un caso de poliomielitis paralítica en un ciudadano de 20 años no vacunado.

A la confirmación del caso, encontrado en el condado de Rockland, estado de Nueva York, se suman las varias muestras de aguas residuales de comunidades cercanas a la zona mencionada, compuestas por poliovirus que cumplen con los criterios de derivados de la vacuna circulante (cVDPV). Esto evidencia la transmisión del virus y reafirma la consigna de la OPS/OMS: mientras haya una sola persona infectada en el mundo, los seres humanos de todos los países corren el riesgo de contraer la enfermedad.

Los poliovirus derivados de la vacuna circulante se presentan cuando una población no está lo suficientemente vacunada (las coberturas no superan el 95%) y existen factores de riesgo como el hacinamiento, la falta de higiene y el clima tropical. Cuando esto ocurre, el virus muta o se recombina y se convierte en poliovirus derivado de la vacuna, si hay suficientes niños susceptibles de la vacuna que no estén inmunizados.

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Cabe recordar que, según la Organización Mundial de la Salud-OMS, la poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar una parálisis total en cuestión de horas.

El virus se transmite de una persona a otra principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común como el agua o los alimentos contaminados y se multiplica en el intestino. Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolor en las extremidades. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas) y del 5% al 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.

La poliomielitis afecta principalmente a los niños menores de cinco años, pero cualquier persona que no esté vacunada puede contraer la enfermedad, sin importar su edad.

Es una enfermedad que no tiene cura, pero se puede prevenir a través de la vacuna. En Colombia, por ejemplo, dentro del esquema permanente del Programa Ampliado de Inmunizaciones-PAI se comprenden cinco dosis: a los dos, cuatro, seis, 18 meses y cinco años. Todo niño que complete su esquema está lo suficientemente protegido.

La alerta de la OPS/OMS se da porque la aparición de un caso en las Américas significa la posibilidad de que esta enfermedad reaparezca en el mundo. Es un peligro gigantesco, si se tiene en cuenta que los casos severos de la enfermedad se han reducido en un 99% desde 1988 (de 350 mil ese año a seis notificados en 2021).

La máxima autoridad sanitaria mundial reiteró a sus estados miembros la necesidad de tener actualizado un plan de respuesta frente a estos eventos; fortalecer la vigilancia epidemiológica de parálisis flácidas agudas (PFA) para la rápida detección de casos y, asimismo, alcanzar coberturas de vacunación contra la polio mayores al 95%.

¿Cómo estamos en Cali?
Los últimos datos de la oficina del Programa Ampliado de Inmunizaciones-PAI de la Secretaría de Salud Pública Distrital, indican que la capital vallecaucana tiene coberturas del 58,27% en la primera dosis de la vacuna contra el polio; 57,27% en la segunda; 61,87% en la tercera; 56,67% en el refuerzo de los 18 meses y 56,85% en el refuerzo de los cinco años.

Ante estas coberturas, todavía lejanas de las exigencias de la OPS/OMS para mantenerse libre de polio, en la ciudad se está realizando la gran ‘vacunatón y registratón PAI’, hasta el próximo 30 de septiembre. La invitación es a que los padres o tutores de menores de 5 años asistan a cualquiera de las 150 IPS públicas o privadas (de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.), para que los niños completen sus esquemas contra la polio. Juntos prevenimos la reaparición de esta enfermedad.