Estuvo en Cali la reconocida tallerista en “Manicura rusa”, Victoria Ivanova, quien saltó a la palestra al exponer en redes sociales con una serie de consejos cuando el encierro por la pandemia la obligó a buscar ventanas virtuales para romper la monotonía, palabra tan de moda por estos días ante el éxito de Shakira.

Tuve oportunidad de dialogar con ella atraído porque “la manicura” se ha convertido en el medio de vida para miles de mujeres y hombres tanto en Colombia como en América Latina, bien como empleados o bien como dueños de sus emprendimientos. Igualmente hay quienes viajan a Estados Unidos y a Europa y encuentran rápidamente empleo en este frente.

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“Este es un saber que encuentra empleo a dónde quiera que se vaya, por eso hay que capacitarse cada vez más, porque la competencia es exigente, pues los clientes también exigen, por eso los detalles y todo lo relacionado con la salud es estrictamente indispensable”, dijo Ivanova, que dictó un taller ante más de 1.500 asistentes al Hotel Dann.

Dice que no le sorprendió la acogida de sus consejos (La pueden seguir en delgado.nailart) “porque de tiempo atrás me he venido capacitando y estudiando, lo que mi sorprendió es que me llamaran para dictar talleres, los cuales que siempre preparo con mucho esmero, buscando que los conocimientos se compartan de manera clara y aplicables”.

Nació en Moscú, tiene esposo cubano y aprende español con cursos por internet y escuchando música, entre ellos discos de Maluma. Por sus ocupaciones desde hace tres semanas vive en Medellín, de donde viaja a diversas ciudades colombianas, de Chile y otros países.

De Colombia le encanta su gente y el sol. “En mi país solo tenemos 55 días de sol, el resto es gris, frío, y eso me produce sueño, me resta actividad, aunque extraño muchas cosas”. No quiso hablar de la guerra con Ucrania.

Va dictando talleres contratada por una poderosa marca de esmaltes y múltiples productos de belleza. Sobre la “Manicura rusa” afirma que “insistimos en que se trata de un proceso donde se debe garantizar y cuidar la salud de la piel, de todos los componentes de la una, de los dedos y la mano en general. Hay que tener asepsia desde los equipos, utensilios, los kits, utilizar desechables y ser cuidadosos hasta con los uniformes y accesorios”.

En cuanto a la generación de empleo reconoce y resalta la gran cantidad de oportunidades que brinda “la manicura”. Y agrega “Yo misma soy un ejemplo, de todo lo que se puede hacer con estos conocimientos. De las redes sociales salté a ser tallerista que voy por ciudades y países ayudando en la capacitación”. La gran cantidad de alumnos en Cali le sorprendió y eso la tenía muy feliz.