El Mundial de Fútbol que este año 2022 se celebra en Catar ha sido una oportunidad para hablar de la relación que este deporte plantea con la literatura. En una tertulia con el periodista y analista deportivo venezolano Jhonny Castillo hicimos un repaso de aquellas obras magníficas que tienen al fútbol como centro de interés. Una de las primeras reflexiones de Castillo fue destacar el papel del deporte como una de las actividades más importantes para el ser humano.
De acuerdo con Castillo, el deporte es uno de los elementos más esenciales que nutren y elevan la cultura de occidente, “un espacio metafísico para que el hombre se encuentre consigo mismo en la profundidad de la mente y el reposo del alma”. Quizás es por ello que no han sido pocos los escritores que se han deleitado con el juego y en especial con el balompié. Algunos de los escritores que han sido fanáticos de primera línea han sido Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, Peter Handke y Günter Grass, entre otros.
Sin embargo, no todo han sido loas para el fútbol.
Uno de los insignes detractores del fútbol fue el gran cuentista y poeta argentino Jorge Luis Borges, autor de “El Aleph”, quien decía: “El fútbol es popular porque la estupidez es popular”. Fue él también quien invitó a una conferencia sobre la inmortalidad del alma, el mismo día y a la misma hora de la inauguración, en Argentina, del Mundial de Fútbol en 1978.
A pesar de que se le conoce a Borges como uno de los más acérrimos detractores del fútbol, escribió junto con su amigo y colega Adolfo Bioy Casares un cuento magistral sobre el deporte rey, que se titula “Esse est percipi (Ser es ser percibido)”. Es un relato compilado por Roberto Fontana Rosa en el libro “Cuentos del Fútbol Argentino”. El cuento es una ironía a la masificación del fútbol, ya que narra la historia de un atento seguidor de este deporte que descubre que los partidos que escucha cada domingo por la radio son una invención del locutor.
Al contrario, García Márquez y Vargas Llosa sí han apreciado el juego del balompié. Se dice que el Gabo era hincha del Junior de Barranquilla. Incluso aparecen memorables anécdotas futboleras en su autobiografía “Vivir para contarla”. Asimismo, el peruano Mario Vargas Llosa fue un niño que, como tantos latinoamericanos, jugaron este deporte en sus tardes de ocio. Se le conoce por apoyar con fervor al Equipo Universitario de Perú a la vez que al Real Madrid. Incluso fue comentarista para el diario El Mercurio durante el Mundial de España de 1982.
Otro escritor que hizo del fútbol un elemento protagonista en algunas piezas literarias fue el escritor Mario Benedetti, con su cuento “El pie izquierdo”. También vale la pena mencionar “El delantero centro fue asesinado al atardecer”. Se trata de una novela negra en la que el célebre personaje Carvalho, de Manuel Vásquez Montalbán, debe investigar un crimen: “Porque vuestro delantero centro es el instrumento que utilizáis para sentiros dioses gestores de victorias y derrotas, desde la cómoda poltrona de césares menores: el delantero centro será asesinado al atardecer”.
En su libro “Mi Siglo”, el escritor y Premio Nobel de Literatura Günter Grass no solo habla de los grandes eventos del siglo XX sino de descubrimientos y banalidades, de cultura y deporte, y entre ellos del fútbol como parte de un “sorprendente retrato de un siglo tan rico en maravillas, pero también abundante en horrores”.
Otro ganador del Nobel de Literatura que escribió sobre fútbol fue el austriaco Peter Handke. En “El miedo del portero al penalti” el protagonista es un portero de fútbol, de nombre Bloch. Su “percepción errática y fragmentaria, alimentada por su aislamiento y la hostilidad de un mundo que no comprende, lo lleva finalmente al crimen”.
Cerramos este artículo caprichoso sobre obras que han tenido al fútbol como eje narrativo, con la mención a una magistral crónica del periodista y escritor checo Ryzard Kapucinsky, titulada “La guerra del fútbol”, en la que enjambres de fanáticos rivales de Honduras y El Salvador se enfrentan durante cinco días en una cruenta batalla que da paso a saqueos y al caos, luego de una serie de partidos muy reñidos en los que intervenían sus equipos favoritos, que buscaban clasificarse para la copa del mundo.
El fútbol no solo se mira en las pantallas también se puede leer y descubrir en las palabras.

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