Gardeazabal

Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL

Este es un país en donde nos hemos pasado más de 200 años como república yendo y viniendo de cruentas batallas y cuando se volvieron guerras civiles, de armisticios o convenios de paz. Por ende hemos cambiado la Constitución cuantas veces se ha necesitado para cumplir la paz que se hubiese pactado, pero finalmente lo que hacemos es perdonar y olvidar y que la evolución de la historia se encargue de lo demás.

Para conseguir esos objetivos nos hemos inventado muchas cosas, a veces muy ingeniosas, otras muy torpes, pero al final se consigue el mismo resultado: no aplicar justicia o aplicarla a medias.

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Es lo que acaba de pasar ayer cuando el presidente emitió el decreto que posibilita, con un procedimiento muy leguleyo pero ingeniosamente concebido, que la actividad de los jueces y magistrados sea desconocida en el caso específico de los llamados gestores de paz, que según anuncia el gobierno serán los muchachos de la Primera Línea que hicieron las batallas del paro del 2021.

La reacción no se ha hecho esperar. Los jueces y magistrados, que ya fueron vejados provocadoramente en la Casa de Nariño, porque el presidente, después de invitarlos no salió a atenderlos, han puesto el grito en el cielo.

Se sienten atropellados por el irrespeto a la independencia de los poderes institucionales. Los amigos de Petro, y en especial el grupo que acaudilla el representante Tejada consideran que solo están cumpliendo una promesa de campaña liberando esos muchachos antes de navidad.

Los acérrimos anti petristas acusan al exguerrillero del M-19, hoy convertido en presidente, de haber dado un golpe de estado con ese decreto. Legal o no, el decreto se cumplirá antes de navidad.

Los muchachos quedarán libres convertidos en gestores de paz. La Corte Constitucional estudiará el decreto el año entrante y si lo encuentra fallido lo anulará pero no será capaz, jamás de los jamases, de pedirle a la Comisión de Acusaciones de la Cámara que acuse al presidente de violar la Constitución para ser juzgado porque Petro dirá como Luis 14 : “el estado soy yo”.