La ilusión de ver caminando y corriendo a Hernán, un pequeño de año y medio que nació con pie equinovaro, deformidad congénita que afecta la posición de los pies, empezó a ser una realidad para sus padres. Hace seis meses llegó al Hospital Universitario del Valle, el primer hospital público en contar con Clínica Ponseti, donde recibe una atención integral y tratamiento para la enfermedad.
Alejandro Satizábal Bernal, ortopedista y traumatólogo pediátrico del HUV, cuenta que en el país cerca de 1.250 niños nacen con pie equinovaro, que “consiste en una deformidad en el pie a nivel del tobillo, talón, medio pie y delante pie, generando un aspecto estético inadecuado y funcionalmente, algunos inconvenientes entre ellos limitaciones para caminar, correr, jugar y desarrollarse en su fase de crecimiento y desarrollo psicomotor”, explicó el especialista al resaltar la importancia que este hospital público se convierta en una clínica Ponseti respaldada por la Sociedad Colombiana Ortopédica y Traumatología Infantil y a nivel internacional.
Este servicio le brinda a los niños un tratamiento estándar a nivel mundial y el más efectivo científicamente y consiste en dos fases: la primera, en la manipulación articular del pie con yesos que tienen que ser cambiados cada semana, se requieren entre 8 a 12 yesos; después de finalizar esta fase, se realiza una pequeña cirugía, se coloca un yeso por aproximadamente tres semanas, posteriormente se retira y “tenemos que ir al posicionamiento el pie con unos zapatos que van unidos por una barra y permiten guiar el pie durante su crecimiento por el buen camino evitando que el pie vuelva al proceso inicial”, detalló Satizábal.
Con este tratamiento la calidad de vida de los niños mejora, “por eso estamos apoyando y desarrollando la Clínica Ponseti, una necesidad que surge inicialmente de la población que lo requiere y el compromiso a los profesionales que lo desarrollan, el hospital lo que hace es acompañar los procesos, para que mejoren su calidad de vida”, señaló el gerente del HUV, Irne Torres.
Johanna Amaranto, madre de Hernán aseguró que “la verdad es que mi hijo ha mejorado bastante, su pie ya no lo tiene dobladito, sino que lo tiene derecho, no normal, ha mejorado y aquí me han demostrado que sí tenía corrección, mi deseo es que mi hijo pueda estar bien y pueda jugar como cualquier otro niño”, expresó.