La Plaza de Cayzedo, el ícono de la caleñidad donde este jueves 26 se conmemoraron 210 años del fusilamiento de Joaquín de Cayzedo y Cuero, es y seguirá siendo la eterna imagen para exhibir a caleños y visitantes.
Y es que fue el 26 de enero de 1813, cuando las tropas realistas, durante la etapa histórica de la reconquista de Colombia, fusilaron en la ciudad de Pasto al prócer de la Independencia.
Conocida como la Plaza Mayor durante la época colonial y posteriormente como la Plaza de la Constitución hasta 1913, cuando recibió el nombre que lleva actualmente en honor al mártir caleño.
Este espacio enclavado en el corazón de la ciudad fue testigo del grito de Independencia de Cali luego que los cabildantes dirigidos por Joaquín de Cayzedo y Cuero, los frailes franciscanos y otros civiles, dieran los primeros pasos en busca de la libertad el 3 de julio de 1810.
La magia de la historia abrió la puerta para rendirle homenaje a este ilustre personaje y al tiempo entregar detalles de la intervención que la Administración de Puro Corazón por Cali ha liderado en los últimos meses para engalanar este espacio y resignificar el sentido de apropiación de sitios emblemáticos.
“Diferentes secretarías adelantaron intervenciones; el Dagma trabajó en el mantenimiento de las palmas zanconas y el césped; la Uaesp adelantó la restauración de la infraestructura de alumbrado público e incremento de la frecuencia del aseo; igualmente, la Secretaría de Bienestar Social viene adelantando una labor con los habitantes de calle y las trabajadoras sexuales; la Secretaría de Seguridad trabaja con los vendedores ambulantes y la Secretaría de Cultura ha adelantado el mantenimiento de las fuentes y el monumento”, explicó Leonardo Medina, subsecretario de Patrimonio, Bibliotecas e Infraestructura Cultural.
“Joaquín de Cayzedo y Cuero fue una persona que puso su vida en favor de la independencia y es bueno que este legado de él que está aquí significando en la Plaza de Cayzedo se haya podido reconstruir y hoy este lugar es lo que siempre debió ser, es admirable el trabajo que se ha realizado”, resaltó el columnista Mario Fernando Prado.
Todos reconocen la importancia de conservar este lugar, la plaza mayor de Cali, y mantener el gran legado que representa para la historia de la ciudad. “Con un parque en el nombre de Cayzedo, absolutamente remodelado y muy bello, el prado parece un campo de golf, y las palmeras son el símbolo de nuestra historia como arcana”, señaló Armando Barona Mesa, vicepresidente de la Academia de Historia del Valle.
La Plaza de Cayzedo, igual que los demás parques y monumentos de la ciudad, son espacios donde se respira cultura, tributo y tradición, que pertenecen a todos y merecen del cuidado y protección para seguir disfrutandolos.