Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL
Reseña del libro MAGNIFICOS REBELDES de Andrea Wulf, editado por Taurus .
Andrea Wulf es la autora de esa monumental biografía sobre Humboldt “La invención de la naturaleza”. En este libro titulado MAGNIFICOS REBELDES, y usando la misma intención grandilocuente, de ir de lo mínimo a lo máximo, se dedica a construir la descripción semibiográfica del llamado Grupo de Jena, aquél conglomerado de filósofos y poetas alemanes que dieron origen al romanticismo con Schiller presuntamente a la cabeza.
Para hacerlo le pone el ojo desde las primeras páginas a una mujer, sin duda excepcional y novelesca, Caroline Michaelis, instigadora del grupo, de sus ideas, de sus pasiones y también de sus escarceos.
El período escogido es de solo 11 años, entre 1794 y 1805,cuando Napoleón libra la batalla de Jena, la ciudad universitaria que hacía de imán a los grandes de la literatura en alemán, Goethe, Schiller y Novalis y, al tiempo ,a los mayúsculos filósofos Fichte, Schelling , Hegel y los hermanos Schlegel. Verlos actuar como humanos y no como genios.
Con sus temperamentos y actitudes de profesores universitarios, atraídos o rechazados por la Michaelis, quien llega a comandarlos como exposa de un tal Bohmer y ejerce a plenitud su poder captador como esposa primero de uno de los hermanos Schelgel, amante del otro y por último esposa del filósofo Schelling .
Pero,quizás por no seguirle la pista a ella siempre, y perderse en los vericuetos apasionantes de algunos de los otros personajes reunidos en Jena, el libro termina siendo desigual pero nunca deja de ser importante para entender la fuerza y las verdaderas raíces del movimiento literario y filosófico del romanticismo fundamentando el yo, la naturaleza, la identidad y la libertad como herramientas de lo que despertaría las ideas del siglo 19.
Como incitación para ir a volver a Schiller y entender por qué fue considerado el padre de la literatura alemana y recrearse con las teorías ahora olvidadas de Ficthe o la siempre impactante poesía de Novalis, el libro consigue su cometido, el de no hacer olvidar al Grupo de Jena, del que no se había vuelto a hablar olvidado por tanta modernidad que abruma ya las revoltosas ideas decimonónicas.