Cuidar la salud del arbolado de la ciudad y eliminar la subjetividad en la evaluación fitosanitaria para la autorización de tala de un árbol, son dos de los objetivos de la Unidad Médica Arbórea del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente-Dagma, que desde esta semana comenzó a recorrer las vías de Cali.
Se trata de un vehículo equipado con el primer tomógrafo sónico y escáner de raíz para el diagnóstico del arbolado urbano en Colombia, con el cual la capital vallecaucana se pone a la vanguardia en esta materia.
Franklin Castillo, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma, manifestó que incorporar tecnología de punta al diagnóstico del arbolado, es otra forma de implementar procesos de transparencia en la gestión y ejercicio del Departamento Administrativo. «La decisión de intervención o tratamiento de un individuo arbóreo ya no solo dependerá del concepto subjetivo de un funcionario, basado en la experticia y experiencia que le permite colectar los datos en una visita de inspección ocular», precisó.
De acuerdo con el censo arbóreo, actualmente Cali cuenta con más de 400 mil árboles en su área urbana, de los cuales el 80% son adultos. En ese sentido, además de iniciar la siembra de los individuos arbóreos que a futuro los van a reemplazar, es necesario un proceso de mantenimiento, seguimiento y control más exhaustivo, que permita extender la vida de estos habitantes del territorio y, con ello, los servicios ecosistémicos que nos prestan: limpieza del aire, confort térmico, mitigación de los efectos del cambio climático y resguardo para la fauna.
Según Miguel Fernando Vásquez, coordinador del Grupo de Flora, resultaba muy frustrante solo poder descubrir el mal estado fitosanitario por hongos y bacterias de los árboles y cuando se volcaban. «No se contaba con una herramienta de diagnóstico que permitiera iniciar tratamientos de veno crisis, inyectar a los individuos enfermos sueros con fertilizantes y otros agroquímicos, para contrarrestar cualquier tipo de enfermedad que pudieran estar desarrollando y detenerla», opinó.
El funcionario reveló que durante el proceso de capacitación, brindado por el fabricante de los equipos al personal del Dagma y con técnicos venidos desde Uruguay, se logró identificar y tratar a tiempo a la ceiba más antigua de la ciudad, que había comenzado a ser atacada por un hongo.
“Como esta ceiba, ubicada en el barrio San Fernando, tenemos en Cali otros 300 árboles notables que requieren de una atención especial y que ahora les vamos a poder brindar”, puntualizó Miguel Fernando Vásquez.