Por: VÍCTOR MANUEL CAÑAR
En la actualidad Cali enfrenta una de las problemáticas más críticas en lo que refiere a la disposición inadecuada de residuos sólidos, es común observar como las zonas verdes y andenes de la ciudad son ocupados por escombros y basuras que además de generar una problemática ambiental, termina convirtiéndose en un problema de salud pública.
Dicha problemática contiene una combinación de dos factores principales, el primero, la carencia de cultura ciudadana, y la segunda, la ineficacia de las empresas operarias de aseo, en el primer escenario nos encontramos frente a una ciudadanía que al deshacerse de sus residuos ha encontrado la salida más fácil, la de sacar sus desechos a la calle, o en defecto, pagarle al habitante de calle para que sea él quien finalmente deposite los residuos en la calle.
En el segundo escenario, nos encontramos frente a unos operadores de aseo que carecen de eficacia al ser contactados por la ciudadanía que desea realizar la disposición de sus residuos sólidos de manera formal, y en el espacio habilitado por la administración local para ello.
Sin embargo, ante dicha problemática, al interior de los barrios de la ciudad han surgido movimientos de ciudadanos que han tomado la iniciativa de recuperar aquellas zonas que han sido ocupadas por residuos sólidos y basuras, logrando así contrarrestar dicha problemática, y de eso modo, impactando positivamente a la comunidad y transformando antiguos basureros crónicos a cielo abierto, en zonas verdes limpias y seguras.
Este es el caso del barrio Mariano Ramos, comuna 16 de la ciudad de Cali, en el separador vial que comprende la carrera 46 entre calle 42 y calle 43, hace unos meses era un botadero crónico que parecía no tener fin, el mal olor del mismo era percibido a varias cuadras a la redonda del lugar, así fue ocupado por muchos meses en los que la falta de cultura ciudadana, y la falta de presencia institucional primaban sobre la realidad de este separador vial, pero fue así, como la iniciativa ciudadana asumió una gran labor que logró transformar este espacio, en un lugar que ahora es referente para la comunidad.
Hoy como ciudadanos tenemos el deber de apoyar estas iniciativas ciudadanas, de aportar sin duda con cultura ciudadana, y de ese modo, lograr transformar nuestra ciudad en un lugar que nos brinde zonas verdes sin basuras y residuos, una ciudad limpia y ordenada.