Por: Mariela Díaz Romero
Un 6 de abril de 1943 se publicó por primera vez el icónico libro “El Principito”. Un relato de Antoine de Saint-Exupery que ha logrado una inocultable vigencia en ocho décadas de lectores fieles y cautivos.
Aunque su autor es francés, la primera edición de “El Principito” se realizó en inglés, y estuvo a cargo de la editorial neoyorquina Reynal & Hitchcock. Sin embargo, al cumplir 80 años, la editorial francesa Gallimard publicará una edición especial en francés, dedicada a coleccionistas. Su tiraje será de 3.000 ejemplares.
La historia de un pequeño príncipe que vive en un planeta extraño, donde conoce a diferentes seres animados, y sobre todo se enamora de una flor, es hoy por hoy símbolo de amistad pura y verdadera. Sus reflexiones sobre la existencia, los sentimientos y la vida son parte de generaciones que se han inspirado y han leído este relato. El autor comparte con “El Principito” el haber sido también un amante de la infancia. Antoine de Saint-Exupery fue un aviador pero de guerra, y escribió este libro mientras servía como piloto militar. De hecho fue después de su muerte en una misión bélica, en 1944, que “El Principito” fue publicado en Europa. Es decir que se conoció primero en Estados Unidos. Fue justamente durante su estancia en Nueva York, mientras cumplía con una misión que el aviador pudo escribir el relato.
El Principito que vive en un asteroide de nombre B-612 es ciertamente un “cuento sin edad”, del cual se han hecho traducciones a más de 500 idiomas. Es el segundo libro más traducido luego de la Biblia. Se dice que la primera edición en español se realizó en 1951, en Argentina.
El libro fue dedicado a León Werth, un periodista y escritor, que era el mejor amigo de Saint-Exupery. Muchas de las frases de El Principito son hoy famosas y se puede decir que la mayoría de los lectores las conocen de memoria. Por ejemplo, una de ellas es: “Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.
También sus lectores recordarán: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”. Si aún no has leído este maravilloso relato es el momento de aprovechar su octogenaria vigencia.