Por Mariela Díaz Romero

Abril es un mes que trae para los lectores y amantes de las palabras muchas sorpresas agradables. Se trata no solo de la celebración del Día del Libro, el pasado domingo 23, sino también la ceremonia de entrega del Premio Cervantes 2022. Este 24 de abril el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares ha sido el escenario para la concesión de este trofeo literario.

El poeta venezolano Rafael Cadenas recibirá el galardón, considerado el Nobel de las letras hispanas, de manos de los Reyes de España, Felipe y Letizia.

Anuncio

Esta ceremonia de entrega ha sido un espacio para invitados y para la prensa acreditada, pero muchos lo han observado desde una pantalla gigante apostada a las afueras del paraninfo. Asimismo, Cadenas ha sido protagonista de diversas actividades literarias en la capital española, una de ellas se inició el pasado jueves en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, con la lectura continuada del famoso libro de Don Miguel de Cervantes, “Don Quijote de la Mancha”.

El 25 deposita su legado en el Instituto Cervantes, en la Caja de las Letras; mientras que el 27 de abril se inaugura en la universidad ubicada en la ciudad natal de Cervantes, en el museo Luis González Robles, la exposición “Rafael Cadenas: este presente es todo”.

El jurado de esta edición del premio ha destacado que la trascendencia de la obra de Cadenas radica en que “ha llevado la poesía hasta alturas de excelencia en nuestra lengua”.

Ciertamente además de poeta, él es ensayista y traductor. Uno de los ensayos más conocidos se titula “En torno al lenguaje”, y es allí donde este escritor presenta una defensa de la lengua española muy intensa y además pone el acento en el peligro de verla desaparecer por el mal uso que muchas veces damos al lenguaje.

Sin embargo, la poesía de Cadenas ha sido como una especie de amalgama entre sus lectores que al hacer una conexión con su voz enseguida surge una reflexión sobre el vivir y la existencia.
Se dice que su poética es parca, y que se acerca más que a la algarabía al silencio.

El escritor Adalber Salas considera que la poesía de Cadenas no es solo para ser leída en privado sino también es una poesía para compartir, para leer en voz alta, que invita “a comprender la lengua como una práctica de constante exactitud e integridad, de necesario honestidad”.

En momentos cuando Venezuela atraviesa uno de los descalabros más descomunales, este decir poético se mantiene como una necesaria esperanza de reflexión y redimensión de su cultura; no es una casualidad que una de las frases de Cadenas que más se ha difundido sea: “Florecemos en un abismo”; como un grito de esperanza resuena ese necesario reverdecer cervantino cadeniano en las mentes y en los corazones de sus compatriotas.