Mucho se habla de las acciones que los humanos podemos tomar para la mitigación y adaptación al cambio climático. Y en esa vía es importante resaltar aquellas individuales, pero también esas que los gobiernos ejecutan como representantes de sus comunidades.
La Alcaldía de Cali, a través del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente-Dagma, viene desarrollando varias acciones entre las cuales sobresale el proyecto del Parque Ambiental ‘Corazón de Pance’. Está concebido como un lugar para la conservación y protección de los ecosistemas y que cumple, entre otros, un papel fundamental en la captura del carbono que mejora el aire.
“Este es un buen ejemplo de cómo los gobiernos locales pueden tomar decisiones de política pública en clave de cambio climático. Se asumió la decisión política de contener la expansión urbanística que recaía sobre el río Pance; orientar los recursos públicos hacia la compra de más de 90 hectáreas; desarrollar infraestructura blanda para la conservación ambiental, la protección de la biodiversidad y la seguridad hídrica de la ciudad. Se trata de una decisión histórica”, contextualiza Óscar Villani, subdirector del Dagma.
Precisamente, uno de los elementos que ayuda a medir el resultado de las acciones frente al cambio climático es la captura de carbono. En ese sentido, podemos remitirnos al estudio realizado por la Universidad Icesi a finales de 2022. Allí se dice que en el Parque Ambiental, por hectárea, se estimó un carbono almacenado en las especies arborescentes de 93,4 Mg/ha para bosque, 93,1 Mg/ha para zona de restauración y 86,7 Mg/ha en potrero.
Explica que la vegetación en ‘Corazón de Pance’ pertenece al bosque seco tropical. Se encontró una concordancia entre los valores de biomasa estimados en este estudio y las hechas por Phillips y colaboradores en 2017, quienes estimaron el carbono que almacenan los bosques secos, húmedos y lluviosos colombianos, donde para los primeros el promedio de carbono almacenado es de 101,7 Mg/ha.
Esas cifras ratifican que el tipo de bosque que se ha preservado y se busca preservar en el Parque Ambiental ayuda, en gran medida, a que Cali respire mejor. Estos árboles reducen la concentración de CO2 en la atmósfera, almacenando el carbono en la biomasa vegetal y en el suelo.
En ese mismo estudio se encontró que este parque almacena, aproximadamente, 68 toneladas más de carbono por hectárea que los parques urbanos situados en zonas boreales. Asimismo, fue encontrado un 73% más de carbono contenido en los árboles, comparado con el almacenado por individuos presentes en parques urbanos de zonas boreales.
El ICESI ratificó la importancia de los parques urbanos como áreas clave para la reducción de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera de las ciudades. Argumentan que al crecer, los árboles adquieren el carbono de la atmósfera y lo incorporan en sus estructuras duraderas (madera), como por ejemplo el tronco y sus ramificaciones.
Además de esto, según describe el estudio, los parques urbanos también brindan servicios ecosistémicos de gran utilidad para las zonas citadinas: de regulación (mejora de la calidad del aire y del clima local), de soporte (espacios vitales para el soporte de la flora y la fauna) y los culturales (inspiración estética e identidad cultural).
Vale la pena resaltar que dentro de sus labores de restauración y entre 2020 y 2022, el Dagma realizó la siembra de 1900 individuos arbóreos en algunas zonas de ‘Corazón de Pance’. Entre las especies sembradas están carbonero, yarumo, algarrobo, balso, guayacán, palma zancona, totumo y gualanday. Es otra de las formas de aportar a la mitigación del cambio climático.
También se destaca que los diseños de las unidades funcionales a desarrollarse en el parque, se basaron en una arquitectura biomimética, donde la naturaleza es la inspiración para hacer unas construcciones más sostenibles y que generen menos residuos. Se incluyó el aprovechamiento máximo de las energías renovables con paneles solares y se espera que el 50% de la energía requerida por este escenario provenga del sol.
Además, las cubiertas captarán el agua lluvia: una parte se usará en baños y riego y otra seguirá su camino de infiltración natural, conservando el suelo como zona prioritaria de reserva del acuífero. También se tendrán aparatos ahorradores de agua.
Otro punto importante, alineado con esas formas de aportar a la adaptación y mitigación del cambio climático, es la educación ambiental. El ‘Corazón de Pance’ cumple una función estratégica abriendo sus puertas a diversas instituciones educativas. De igual forma, en toda su base conceptual están incluidos conceptos sobre la historia, la riqueza natural del territorio, sus servicios eco-sistémicos, fauna y flora, como reserva del acuífero y la importancia de protegerlos.
Durante 2022 se registró la visita de 1737 personas y en lo que llevamos de 2023 van 2054. Todos ellos, gente de diversas edades, han tenido la oportunidad de conocer la importancia del proyecto para presentes y futuras generaciones.
Finalmente, no menos importante y otra forma en que los gobiernos ratifican su compromiso ambiental, se cuentan las inversiones económicas. Para las obras de esta primera fase del proyecto, se invertirán $43 mil millones.
Así las cosas, el que será el Parque Ambiental más bello de Latinoamérica, es uno de los proyectos bandera del gobierno liderado por Jorge Iván Ospina para aportar a la adaptación y mitigación del cambio climático. Como el Amazonas para el planeta Tierra, así es ‘Corazón de Pance’ para Cali.