Por: Kico Becerra
Es de la mayor importancia lo que dice el estudio del Banco de la República, donde previene las catástrofe que sería para el empleo en Colombia, la aprobación de la reforma laboral, propuesta por el gobierno.
Como siempre, los congresistas se salen por la tangente y hacen creer a la gente que, el problema es por el aumento de horas nocturnas o el recargo dominical. La realidad de esa reforma es que vuelve casi imposible despedir a un trabajador.
El hecho de contratar un empleado, le garantiza, casi, quedarse para siempre en la empresa. Es más fácil cerrar el negocio que despedir un empleado. Esto aplica para todas las actividades y empleadores; es decir, para los empleados de servicio doméstico, contadores, abogados, ingenieros, aviadores, etc.
Esto va en contravía del mundo actual, donde el trabajo es dinámico; los propios trabajadores buscan rotación en sus trabajos. Es una reforma para los años 80 del siglo pasado.
Se prohíbe, además, la tercerización que, es producto de la especialización de los servicios laborales. No solo se prohíbe, se penaliza a quienes usen y presten servicios tercerizados. Esto va en contra de la productividad y de los emprendimientos que se han construido, para prestar servicios especializados a los empleadores.
La verdad, no es una reforma para crear empleo, es una reforma para marchitar las empresas e incentivar la falta de productividad nacional. Parece un pliego de peticiones de trabajadores de las empresas estatales que, todos sabemos son las de menos productividad.
Lástima que esto se esté aprobando con el apoyo de todos los partidos, incluso los que, de boca para fuera, dicen ser independientes.
Las consecuencias de esta retrógrada reforma laboral será más desempleo, más informalidad, huida del país de las empresas tecnológicas; cierre de los llamados call centers y, terminación de empresas Colombianas, de gran reconocimiento internacional, como Rappi y similares.
Pedir a los congresistas que no vendan su voto es una pendejada, sabemos que no les importa el país, sino sus propios intereses. Les corresponde a los empresarios, grandes y pequeños, a los emprendedores y demás generadores de empleo, hacerse sentir, para evitar esta catástrofe laboral.
A quienes como este susurrero, solo podemos comunicar lo que se está gestando, debemos estudiar las propuestas y ponerlas en términos sencillos, para que se entiendan. Ojalá se entienda, por parte de quienes van a ser perjudicados, nuestra voz de alerta y se pellizquen a tiempo.
Ñapa: ¿Cuando Ara, Éxito y Olímpica, terminen sus típicas rebajas anuales de precios en estos meses y vuelvan los precios normales, el gobierno dirá también que es producto del pacto con el gobierno?
Ñapita: Espantoso el crimen de los niños indígenas; vamos para atrás, como el cangrejo, en el tema de la violencia y toma territorial de las bandas criminales llamadas disidencias de la FARC.
Ñaputa: Lo dicho por la mejor Chef del País, Leo Espinoza de que “se jodió el turismo», es una verdad de a puño.