Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal
La historia de Colombia presenta los casos de muchos generales que han sido superiores al oficio y usando la sapiencia que da la cultura,la universidad y las capacidades de comunicación han ocupado un nicho en el recuerdo de los colombianos.
Rafael Reyes y Rojas Pinilla, limados en las aulas universitarias extranjeras, llegaron a la presidencia. Alvaro Valencia Tovar y Alberto Ruiz Novoa, sobresalieron por sus ideas ,su verticalidad y su espíritu patriótico hasta llegar a enfrentarse verbalmente con los equivocados gobernantes de turno, que obviamente los descabezaron.
Por estos días se nos ha presentado un general que no conocíamos, de la Fuerza Aérea, Pedro Sánchez Suárez, quien como comandante de las Fuerzas Especiales encabezó la búsqueda y rescate de los niños perdidos en la selva. Desde el primer momento que apareció ante las cámaras desplazadas al Guaviare, el general Sánchez sorprendió gratamente.
Con una narrativa clara,sin adjetivos, pero sobre todo generando confianza a quien lo veía con sus palabras pausadas y su mirada de mando, nos descrestó. Durante 40 dias, repitió su estilo y cuando se sintió desesperado porque sus hombres y los indios putumayenses que los acompañaban no encontraban los niños ,hasta las lágrimas le brotaron de sus ojos.
Cuando el éxito se logró, fue magnánimo como lo son los verdaderos triunfadores. Y como para que nos quedara muy claro que estamos en presencia de un señor general, el día que lo sentaron a la mesa de los Danieles y lo rodearon de sátiras, decires y burlas contra el presidente Petro, no vaciló en pedir la palabra y decirles que se sentía muy incómodo allí.
Que él era un comandante que le debía obediencia y sobre todo respeto a su máximo jefe el presidente Petro y con valiente dignidad se levantó de la mesa para no participar de la rochela. Hacía rato no veíamos a un señor general, cojonudo y respetuoso, educado y esperanzador. Con gente así ,Colombia tiene futuro.