Gardeazabal

Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal

El país se está acostumbrando tontamente a que el presidente Petro casi siempre llegue tarde a las citas, y que cada vez deje más gente metida esperándolo.

Para quienes hemos llevado agenda toda la vida y pudimos cumplir con los compromisos de asistencia prometidos, salvo verdaderos obstáculos insalvables, esta repetida actuación en casi toda parte donde lo inviten o tenga que ir no son mas que protuberantes , groseros e irritantes episodios.

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Como tal deberían darnos vergüenza ajena a todos los colombianos, así hayamos repetido durante la campaña que Petro no sabía administrar la cosa pública porque cuando fue alcalde de Bogotá había demostrado esa inhabilidad. Además, con insistencia repetí que si el país se equivocaba eligiéndolo, íbamos a saber lo que era un presidente leninista que odiaba a la burguesía.

Lo que no sabíamos es que Petro tampoco tuvo educación burguesa. No tiene memoria ni cortesías de burgués y, como tal, le afecta todo sentido de propiedad que posea cualquier semejante. Si recordamos, la burguesía como clase social dominante en el sistema capitalista se distingue por la búsqueda del rendimiento en las finanzas y el atesoramiento de cierto capital cultural.

Como tal, va acompañada de una serie de valores de comportamiento acumulados a lo largo de la historia : el respeto por el trabajo ,la innovación, el progreso, la felicidad, la libertad y la igualdad y el libre mercado entre otros.

Todo ello ha llevado al cumplimiento en obligaciones ,el respetar los horarios fijados, el saber comer en la mesa ,el comportarse en público. Violar tanto esos valores como los códigos que conllevan es grosería.

Pero ningún valor burgués parece regir para Petro. Estamos bajo un presidente que no aprendió de las normas de la burguesía sino del liquidacionismo de Lenin ,que ha creído que el cambio en el arte de gobernar un país puede ser demostrado incumpliendo las citas y dejando metidos a quienes lo esperan que aparezca y nunca llega.