Supongamos que Petro el mes entrante acaba con las EPS privadas y todos pasamos a la EPS púbica, ¿qué pasará?
Lo primero, se saca a la calle todo el personal que trabaja en las EPS, simplemente por quiebra del empleador. Al entrar en liquidación las EPS, todas las empresas contratistas de esas entidades también echan a la calle a sus empleados, enfermeras, médicos, empleados de droguerías, telefonistas, etc. Los softwares para establecer citas quedan en mano de las EPS, para ser rematados, para poder pagarles a los acreedores de esas empresas, debido a la bancarrota.
La Nueva EPS petrista debe asignar las citas y repartir las drogas de todos los colombianos. Los empleados de esta empresa son empleados públicos, nombrados por recomendación de los jefes políticos petristas, en los siguientes 3 años. ¿Se imaginan la maravilla de servicio que van a prestar?
Las clínicas privadas de Sanitas, Sura, Valle del Lili, Cardiovascular, Pablo Tobón y Cardio infantil, para mencionar las que están dentro de las mejores de Suramérica, seguirán prestando sus servicios a los privilegiados ciudadanos que pagan medicina prepagada; claro que se irán quebrando paulatinamente, por el pago selectivo que le hará el gobierno, con aquellas que no considere afines con su ideología.
Síntesis, caos en la prestación del servicio de salud y, por supuesto, grandes colas y coimas para conseguir adelanto de las citas y entrega de medicamentos, etc.; parecido a lo que sucede en las entidades de tránsito y transporte.
¿Quién pierde? La prestación del servicio de Salud, es decir todos los colombianos. Los que menos pierden son las empresas privadas dueñas de EPS quienes simplemente se declaran en quiebra; hace rato sacaron las utilidades. Las IPS se quedan con las deudas, esperando que el gobierno les pague lo que las EPS les deben, porque el gobierno no quiso pagarles a ellas.
El único que gana es Petro, porque impone la nacionalización del servicio de Salud y puede nombrar a los empleados requeridos para prestar ese servicio.
Ñapa: A la espléndida administradora pública (nunca ha fallado, porque nunca había tenido cargo alguno), Dra. Francia «la sabrosa» Márquez, le acaban de adjudicar el manejo de un billón de pesos, para pagar a los jóvenes por no matar. No dudo que esa platica será limpia y adecuadamente manejada. Ojalá no la vayan a enredar sus amigos con ese dineral. ¡Amanecerá y veremos!