Son 100 hectáreas en el Cerro de Alto Menga las afectadas por el incendio forestal, que ya fue controlado por las distintas autoridades de atención a emergencias.
El panorama es desolador, las pérdidas de vida silvestre dejan un sentimiento amargo. Dos liebres (silvilagus brasiliensis) calcinadas, una ardilla con quemaduras de grado 2 con un pronóstico reservado, otros animales afectados como guatines, guacharacas, zarigüeyas, iguanas y boas. En materia de flora, arrayanes, cucharos, chagualos, y mortiños.
Ante situaciones de emergencia ambiental, como primer mecanismo de defensa, los animales que habitan en las zonas afectadas escapan buscando resguardos seguros, ingresando a los hogares o a zonas pobladas de personas.
“Los mamíferos, las aves son los que pueden huir con mayor facilidad, generalmente los que no pueden huir tan rápido son los reptiles, polluelos, crías o animales pequeños que no se desplazan tan rápido, son los que usualmente pueden verse más afectados”, comenta, Mauricio Rivera Romero, médico veterinario del Grupo de Fauna Silvestre del Dagma.
Por esta razón, el Dagma ha hecho un llamado de atención a las comunidades cercanas en caso de encontrarse con especies en peligro o desorientadas.