Los habitantes del corregimiento de El Saladito, se encuentran sumamente preocupados debido a la creciente y constante proliferación de carreras ilegales en su área. A pesar de los esfuerzos incansables de las autoridades locales para mantener una presencia constante en el lugar, el problema persiste, convirtiéndose en una ocurrencia recurrente que afecta la tranquilidad de la comunidad, especialmente durante los fines de semana.

La situación se agrava aún más en la vía al mar, específicamente en el kilómetro 18, que sigue siendo testigo de una serie de desórdenes preocupantes. Los piques ilegales continúan siendo una práctica peligrosa, acompañados por vehículos mal estacionados, ruido excesivo e inseguridad para los residentes y visitantes de la zona.

Este último domingo, los habitantes y comerciantes de El Saladito levantaron nuevamente su voz de alarma al denunciar la realización de ‘piques’ ilegales en la carretera. Las redes sociales, en particular WhatsApp, se llenaron de videos que mostraban la fuerte congestión vehicular provocada por estos disturbios.

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La comunidad, agotada por años de esta problemática, ha pedido en repetidas ocasiones una mayor presencia de las autoridades para abordar la situación. Además, el Concejo del corregimiento ha propuesto la creación de un plan de manejo especial para atacar este problema de raíz, pero hasta el momento, ni la alcaldía ni la gobernación han respondido de manera efectiva a estas demandas.

Frente a las quejas reiteradas de la comunidad, las autoridades han llevado a cabo operativos de control de tráfico en un esfuerzo por poner fin a las carreras ilícitas; sin embargo, los conductores involucrados en estas actividades ilegales siguen buscando vías alternas para evadir las acciones de las autoridades.

La población de El Saladito, junto con las autoridades locales, espera que se tomen medidas más efectivas y enérgicas para abordar este problema que afecta la seguridad y la calidad de vida en la región. El llamado es claro: es hora de poner fin a esta peligrosa práctica y restaurar la paz en El Saladito.