Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal
Los discípulos de Nostradamus, los agüeristas que todavía conservan la tradición, pero en especial los muchachos de la generación del dedo pulgar y la pantallita andan curioseando por el par de eventos de hoy y mañana que se han juntado para trasgredir las mentalidades apocalípticas de la civilización judeocristiana.
El que se haya sospechado siempre que el viernes 13 es un día fatídico donde casi siempre suceden episodios que remueven la humanidad y quienes creen con temor que un eclipse total de sol arrebatándole así sea por minutos u horas la luz a toda una franja de la geografía universal, en especial a Colombia, parecería que tiene profundos significados o terroríficas advertencias.
El hecho de que esos dos fenómenos estudiados y previstos desde tiempos inmemoriales coincidan con el amago de una guerra de venganza de Israel y la respuesta fatídica de los ayatollahs iaraníes.
Pero sobre todo que los astrónomos hayan dicho que el mejor sitio para ver el eclipse es entre Tuluá y Trujillo porque la corona entera se tapará perfectamente en esa franja, ha hecho pensar que las circunstancias no son tan fortuitas y que las guerras de Tuluá arreciarán.
Es posible todo ello y mucho más en la dimensión desconocida, pero para los que no creemos en esas apreciaciones sentimentales y caprichosas y cada vez nos apegamos más a la claridad de la ciencia, nada de lo que se teme que puede pasa hoy y el sábado 14 podrá perturbarnos mas allá de la alegría.
NOTA: quienes no pudieron asistir el estupendo conversatorio que hicimos anoche en la Feria del Libro de Cali con el editor de Occidente Mauricio Rios, les recomiendo que lo vean esta noche por Telepacifico a las 9 y 15 pm .Estoy seguro que se divertirán con tanta herejía juntas.