Desde el inicio de la instalación de la mesa de diálogo destinada a alcanzar acuerdos para poner fin al conflicto con la organización insurgente, la expectativa se centraba en la firma del acuerdo para frenar las hostilidades.

Alrededor de las 03:30 de la tarde, se confirmó desde Tibú, Norte de Santander, que el presidente de la república, Gustavo Petro Urrego, había firmado el acuerdo de respeto a la población civil y la implementación de un cese al fuego bilateral y temporal de carácter nacional con impacto territorial. El decreto establece que la vigencia será desde la medianoche del 17 de octubre de 2023 hasta la medianoche del 15 de enero de 2024, con la posibilidad de prórroga por parte del Gobierno Nacional.

Camilo González Posso, coordinador de la delegación gubernamental, destacó que se busca evaluar y extender este cese al fuego, centrándose en la creación de zonas de paz en regiones como Micay, en el occidente del departamento del Cauca. Estas zonas servirán como ejemplos de cómo transformar áreas afectadas por la guerra y las economías ilegales en territorios de paz, con enfoque en planes sociales, democracia solidaria y participativa. Además, se involucrarán a las comunidades, actores armados, y la institucionalidad gubernamental, incluyendo la fuerza pública, en estos esfuerzos.

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