Hace un cuarto de siglo, el 18 de octubre de 1998, el ELN perpetró una masacre en el corregimiento de Machuca, en el municipio de Segovia, Antioquia. Un ataque con explosivos al oleoducto desencadenó un derrame de petróleo en el río Pocuné, cuyas aguas ardientes alcanzaron las viviendas cercanas, resultando en la muerte de 84 personas calcinadas y dejando a más de 30 habitantes con quemaduras graves.
Hoy, 25 años después, los sobrevivientes de la Masacre de Machuca, también conocida como el «día de la quema,» se reúnen para conmemorar a sus seres queridos perdidos en esta tragedia. Realizarán una eucaristía y una marcha hacia el cementerio local, donde descansan más de 50 de las víctimas.
La Unidad para las Víctimas está coordinando dos planes de reparación colectiva, uno dirigido a la población campesina y otro a las comunidades afrodescendientes de las veredas El Cristo, Mata, El Cenizo y la zona urbana, con el objetivo de reparar a aproximadamente 1,000 personas. El primero se encuentra en la fase de implementación de medidas reparatorias, mientras que el segundo está en proceso de diseño y formulación de medidas con un enfoque diferencial étnico.
En Segovia, Antioquia, se han invertido más de 20,400 millones de pesos en reparación individual, y hasta el momento, se ha indemnizado a 2,800 víctimas, además de proporcionar ayuda humanitaria y desarrollar proyectos comunitarios.