Por: Miguel Ángel Arango

DILIAN Y SU GABINETE

La elección de Dilián Francisca Toro, fue apoyada por más de diez organizaciones políticas y sobre el papel se podría suponer que no es fácil definir la gobernabilidad para los próximos cuatro años. Es complejo si no se tiene experiencia.
Hasta antes de las elecciones era la lideresa del partido de la U que acaba de sacar trescientos mil votos y logró elegir cinco diputados. Esta circunstancia le da legitimidad política para armar su equipo y para gobernar.
En sus reuniones privadas Dilián ha manifestado de manera recurrente que quiere caras nuevas pero experimentadas y también ha advertido que si fue exitosa en su primera gobernación en la segunda lo hará mejor. Ya analiza los informes de la administración saliente y en pocos días sabrá a que enfrentarse cuando inicie su mandato el próximo primero de enero. Del actual gabinete muy pocos funcionarios serán ratificados.
En lo que tiene que ver la distribución de la gobernabilidad desde el punto de vista político no es de esperarse mayores dificultades. En el liberalismo están las tendencias del congresista Álvaro Monedero y Fabio Arroyave, que eligieron diputados y cada uno con cuotas en el gabinete.
En el caso de Monedero se asegura que su organización conservaría la secretaría de infraestructura pero no con la confirmación de Frank Ramírez. Se espera un tratamiento mejor para el partido Cambio Radical en sus tendencias y en especial del repunte al pasar de una a dos curules en la diputación. Los senadores Carlos Abraham Jiménez y José Luis Pérez, resistieron hasta el final las invitaciones para otras candidaturas pero permanecieron impertérritos en su lealtad con la hoy gobernadora electa.
En la gobernabilidad de los conservadores no hay mayores expectativas. El partido luego de tener tres curules en la asamblea se quedó con una en cabeza del diputado Mario Germán Fernandez de Soto. A este último le han atribuido su participación en la gerencia de la beneficencia del Valle cargo al cual llegó en alianza con el concejal Fernando Tamayo, pero se abrieron antes de las elecciones del pasado 29 de octubre.
Es de esperarse que el partido de la U se quede con las dependencias más carnudas como las que tiene hoy. Hacienda, salud y licorera. En las gerencias de institutos como Acuavalle y Aguas del Valle no tiene problemas porque acaban de ser elegidos sus gerentes.
Y si se trata de generosidad en nombramientos de primer nivel no habría problema porque Dilián Francisca Toro, asistida por su experiencia conserva todo el control de su administración.

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EL LIO
El problema complejo para la nueva gobernadora es atender laboralmente a concejales y diputados que se acaban de quemar. Uno de ellos Manuel Torres, que no fue reelegido y Amanda Ramírez, que también se quemó pero con una extraordinaria votación.
También aspirarían a un cargo en la administración departamental los exconcejales Fernando Tamayo, Richard Rivera y Juan Martin Bravo. De estos no vemos a ninguno como secretarios de despacho pero si jugando como asesores.

COALICIÓN
Sobre el papel hay una coalición política en el concejo de Cali. Sin embargo el alcalde electo Alejandro Eder, estaría intentado construir su coalición de gobierno.
El objetivo no es fácil de lograrlo y su efectividad dependerá de la composición del gabinete. A las bancadas de la U y del liberalismo que entre las dos tienen siete curules no le debe interesar una coalición de gobierno si no están en la administración. La U tiene entre otros cargos las secretarías de salud y deportes y los liberales la secretaría de infraestructura y la presidencia de Metrocali.