Por: Leiniker Montoya

Foto realizada por: Sergio Figueroa (@iamdisergi)

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Una noche complicada para el América de Cali en el comienzo de los cuadrangulares finales de la Liga Betplay Dimayor; derrota en casa llena frente a Independiente Medellín. El conjunto paisa manejó a su antojo el partido, y no precisamente desde lo futbolístico. El juez central del partido, Carlos Ortega Jaimes, fue su comodín; se convirtió en la marioneta que cargó el espectáculo con polémicas decisiones. Empezando por el primer penal sancionado a favor del DIM.

Acciones de juego dónde el árbitro se hallaba ubicado en “primerísimo primer plano”, pero acabó decidiendo el VAR, dejando claro en la era de hoy quien manda…
A propósito del tema, hace poco se abría hilo en X con el colega Fabio Larrahondo (@falavi2005) , quien trinaba acerca de la nueva era del arbitraje. En una consideración personal me referí al asunto resonando sobre las “decisiones diagonales”, lo que ha implicado sesgar la espontaneidad del ejercicio arbitral dentro del campo de juego. El duelo entre rojos por la apertura de los cuadrangulares no fue la excepción. Tuvo que ver muchísimo la terna.
Pero sin perder el horizonte, con relación a lo deportivo, hay que reconocerle al profesor Alfredo Arias que acertó en su estrategia, estudió “de pe a pa” a su rival. Medellín es de los pocos oncenos que ha salido a proponerle juego de alta presión al América de Lucas en el Pascual. Anuló su circuito. Ya con el marcador a su favor, tres puntos casi que listos en el bolsillo, la doble fase fue agazaparse. Y es que en el fútbol también se conoce de dramaturgia, y estos como recurso la implementan bien, acabaron con la terna arbitral rendida a sus pies.
Respecto a los ‘diablos rojos’, de diablos, su negativa con los penales. En menos de una semana dos gritos de gol ahogados desde el punto blanco de los once metros, primero Facundo y después Adriancho, el segundo al parecer menos alarmante por tratarse de un ídolo de la casa. Ojalá me equivoque, no se ahogue la posibilidad de afrontar el título con este tipo de traspiés en momentos claves.

Foto realizada por: Sergio Figueroa (@iamdisergi)

Lo que sí es preponderante son las ganas que proyectan la mayoría de jugadores, Escobar, Quiñones, Paz, y para poner resaltador, Juan Camilo Portilla, quien resulta ser un caballero con cuerdas de acero. Dieron todo hasta finalizar el encuentro aunque sin fortuna, ya que nuevamente hay que decirlo, Medellín manejó el encuentro y al arbitraje a su antojo.