Por: Miguel Ángel Arango
Nuevo gobierno Gabriel Velasco, el hombre clave de Eder
Gabriel Velasco Giraldo, es un abogado de la universidad de los Andes, que se mueve de manera deliciosa en la política y en el mundo empresarial. También tiene una especialización en administración de empresas del Icesi y posee una vocación política espantosa, así pretenda ocultarla.
Fue presidente de la ANDI, en el Valle del Cauca, vicepresidente de Metrocali y vicepresidente de una empresa láctea. En el año 2018 políticos vallecaucanos y especialmente conservadores le ofrecieron aval para que fuera candidato a la cámara de representantes pero no le interesó. Luego el Centro de Democrático le sugirió que fuera candidato al senado y le garantizaron el aval.
Arrancó la campaña y con humildad decía a sus seguidores que no sabía de política y se mostraba escéptico sobre su éxito. Hizo fórmula con Cristian Garcés, quien era candidato a la cámara. Los dos fueron elegidos. Velasco, es un hombre de buenas maneras. Jovial y de excelente humor y de risa fácil. Poco a poco se abrió paso en el senado y muy pronto brilló. Su partido lo escogió como su vocero ante el senado.
Cuatro años más tarde y finalizando ese periodo Álvaro Uribe Vélez, nombró a Velasco, como una de las cartas del partido para la presidencia de la república. Para las elecciones del 2022 se inscribió de nuevo como candidato al senado y se quemó. En el Valle del Cauca, le hizo hueco María Fernanda Cabal, que le quitó un monto de votos sin proponérselo.
Clave Se quedó sin credencial pero no renunció a la política. Ya estaba contagiado con ese mortal virus que destruye imágenes y hasta lleva a la cárcel a sus máximos exponentes. En el empresariado local lo convencieron para que le ayudará al entonces candidato a la alcaldía de Cali, Alejandro Eder. El abogado Velasco, se comprometió y aprovechó que el congreso hizo buenas relaciones con sus colegas y los buscó para que se sumarán al proyecto. Fue determinante para atraer a los aliados que semanas más tarde eran declarados triunfadores.
Hoy el ex congresista acompaña día y noche al alcalde electo y participa en reuniones particulares y políticas y siempre está en la mesa principal. Ahora juega un papel importante en las comisiones de empalme y está empoderado en los temas administrativos. Sonó para ser gerente de Emcali y suena para ser secretario de gobierno.
Afuera lo que se siente es que vive con intensidad la política y desde ya lo ven como fijo candidato al senado de la república y seguro saldrá elegido. Si Maurice Armitage fue capaz de elegir dos representantes a la cámara y una concejala, Eder también será capaz de elegir a su hombre clave senador de la república y de pronto por Cambio Radical.
La Paz Alejandro Éder, en su primera reunión formal con los nuevos concejales de la ciudad y con los antiguos que repetirán periodo pidió respeto pero también sugirió una relación armoniosa e imponer la paz política. “Sin burocracia y sin mermelada ni pío» habrán pensando los cabildantes. Los viejos acostumbrados a esos placeres y los nuevos dispuestos a conquistarlos. Los placeres de la burocracia.
En medio de su virginidad política Éder intentará colonizar al concejo. No es fácil. La política es una sola con errores y defectos con maldad y con prevención y un neófito en el tema no la va a transformar ahora ni en cuatro años. La paz política comenzará a desmoronarse cuando el nuevo mandatario arme su gabinete. Entrará en crisis cuando el pretenda meterle la mano a la elección de personero y se reventara cuando tenga que sacrificar a más de ocho mil contratistas que eran protegidos por los concejales que hacían parte de la coalición del excandidato a la alcaldía Roberto Ortiz.
Al terminar el desayuno del pasado martes algunos concejales dijeron que sintieron a Éder frio y distante. No entendieron que es un mundo nuevo para el alcalde y además no está dispuesto a respetar las prerrogativas de los viejos cabildantes y que las han conquistado a través de años con la credencial en la mano y que no comparte.
No es fácil la paz política cuando las dos partes perseguirán los mismos objetivos. Aquí no ha cambiado nada. Solo han cambiado los actores políticos.