Martha Liliana Imbachi, jefa de presupuesto del Acueducto y Alcantarillado de Popayán, emitió declaraciones erróneas sobre un supuesto déficit de $5.000 millones, lo que podría constituir un delito de pánico financiero.
Aunque se vio obligada a rectificar posteriormente debido a la controversia generada, el daño a la credibilidad del acueducto y su gestión ya estaba consumado. Según los afectados, es inaceptable que una empleada con responsabilidades en la gestión presupuestal haga afirmaciones tan graves sin verificar, lo que refleja negligencia e irresponsabilidad.
A pesar de sus intentos de corregir los errores, la percepción negativa persiste.
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