Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal

La idea que no por leninista deja de ser descabellada del presidente Petro de presionar con manifestaciones populares a la Corte Suprema de Justicia, resultó un fracaso y, lo que es peor, un acumulado de equivocaciones que desarma andamiajes políticos en el Congreso y empobrece más aún la imagen presidencial ante los colombianos.

El innegable descubrimiento de que Fecode, el otrora poderoso sindicato de maestros había patrocinado con 500 millones de pesos la campaña presidencial de Petro lo volvió innecesariamente problema de estado el Fiscal Barbosa buscando unos papeles que ya habían sido exhibidos como prueba por los denunciantes del apoyo económico.

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El presidente se dejó provocar y, sin usar la sensatez y más bien parapeteado en su caduca teoría leninista ,trató de voltear la torta y darle doble sentido a la convocatoria al pueblo para que saliera a apoyarlo y al mismo tiempo se protestara contra los magistrados de la Corte Suprema por demorar la selección del nuevo Fiscal .Todo le salió mal a Petro.

Las marchas de apoyo patrocinadas por Fecode y algunos sindicatos oficiales resultaron un chorro de babas en Bogotá y en todas las ciudades donde las montaron.

La encerrona a los magistrados con una muchedumbre muy mermada hizo rememorar la tragedia de la corte Suprema en1985 y terminó como debía serlo, con la Policía disolviendo el tumulto y garantizando la salida de los jueces máximos de la república.

Pero como el incitador había sido el propio Petro, el descrédito de su imagen llega al extremo de servir de pretexto al expresidente Gaviria para calificarlo de cercano a la demencia y para desbaratarle de un tajo la coalición que parecía dominar el Congreso. Es decir, el tiro le salió por la culata a Petro.

El panorama entonces con un presidente debilitado y un Consejo Nacional Electoral estudiando la posibilidad de anular su elección y la de la vicepresidente, hace oler el futuro a todo, menos a bueno.