Por: Miguel Ángel Arango
EDER Y SUS MEDIDAS IMPOPULARES Cali ha vivido en el caos absoluto en los últimos cuatro años. Es una ciudad distópica y pretender cambiar en tres meses sus errores y defectos no es serio. La historia nos enseña que las medidas a la fuerza o imposiciones tienen poco o nulo respaldo ciudadano.
Según el asesor para la movilidad Alberto Hadad en la ciudad circulan cada día un millón cien mil motos. El grueso de las personas que conducen ésos vehículos no respeta nada y ponen en riesgo sus vidas y las de los peatones. Es un sector de la población complejo y agresivo y ponerlo en cintura no es fácil.
Hace pocos días se presentó una insubordinación de mototaxistas que pudo terminar mal. Los hechos se presentaron en la glorieta de Siloé espacio reservado para vándalos y algunos delincuentes que sembraron el terror durante el paro nacional del 2021.
El sábado último se hizo un gran operativo en la carretera Cali – Jamundi y muy cerca al ingreso a los condominios del castillo. Guardas de tránsito, policía nacional y policía militar acompañados de muchas grúas montaron un retén y generaron fenomenal infarto. La fila de vehículos llegaba a las nueve de la noche hasta la clínica de la fundación Valle del Lili.
Cientos de motociclistas en contravía se regresaron unos para Cali y otros para Jamundí. Huyeron del retén porque seguramente no tienen en regla sus documentos. Pero el operativo afectó por igual a motociclistas, automovilistas y personas que se movilizan en buses intermunicipales.
La semana pasada con bombos y platillos se anunciaron los giros a la izquierda en la glorieta de ciudad jardín y el experimento fue una locura. El fracaso fue total. El enojo de los afectados se hizo sentir y tuvieron que reversar la irresponsable medida.
El pasado fin de semana en otra “genialidad” el alcalde Eder dijo que piensa promulgar un decreto en donde queda prohibida la circulación de vehículos con un solo pasajero en el sur de la ciudad y en determinado horario. La propuesta trajo rechazo total de los caleños.
El caos vial de la comuna 22 se lo debemos a Rodrigo Guerrero, que en una decisión inconsulta en la reforma al POT autorizó subir hasta veinte pisos las alturas para conjuntos residenciales en pance y ciudad jardín. Ignoró que hay líos para el suministro de servicios públicos y precarias vías de comunicación.
En donde se reventara la relación alcalde comunidad será en los barrios de estratos uno y dos. Allá el orden es exótico. No existe. La pobreza no les permite gastarse un millón de pesos en un SOAT. La imposición de medidas consideradas impopulares afectará al alcalde en su relación con la gente de las laderas y del oriente caleño.
LOS DIENTES La semana pasada no fue buena para el gobierno municipal en las plenarias del concejo municipal. Algunos cabildantes fueron muy críticos y actuaron con vehemencia especial al desnudar falencias de la nueva administración.
Ya se habían presentado el primer round con los comedores comunitarios que aún no despegan. El alcalde Eder fue criticado por su estrategia de atribuir al gobierno anterior los males que su administración no ha podido enfrentar.
Se escucharon voces reclamando más recursos económicos para atender planes que buscan recuperar la cultura ciudadana. Pero el que más duro habló fue el concejal liberal Fabio Arroyave Botero, uno de los líderes en esa corporación quien se ocupó de Metrocali y denunció que no logra la eficiencia en el manejo de los recursos y de Emcali dijo que no hay acciones para cuidar a los clientes y mantener las finanzas. Tampoco pasó inadvertida la denuncia del concejal Roberto Ortiz, sobre la supuesta corrupción de un directivo de empresas municipales quien estaría exigiendo dinero para determinadas gestiones.
En el debate de control político a la directora de hacienda María Mercedes Prado, se escucharon críticas a los anuncios del alcalde de reestructurar las deudas con los bancos al considerar que esto sí afectaría más las delicadas finanzas de la municipalidad. Los concejales pidieron determinación a la hora de recuperar la cartera morosa que ya supera los cinco billones de pesos.
Estamos a punto de entrar en el tercer mes de este año y la política ya tomó su dinámica. El protocolo de buenos augurios para el alcalde ya se superó y la controversia política apenas comienza.
