Con la capacitación de integrantes de la Policía con un enfoque diferencial étnico, además de la participación de 1.000 jóvenes tulueños que se convertirán en monitores de convivencia, se inició en el Valle del Cauca la implementación del programa nacional ‘Laboratorio de paz, convivencia y seguridad humana’.
Desde la Gobernación del Valle del Cauca se hizo el aporte a estos esfuerzos con la capacitación de la Secretaría de Asuntos Étnicos para 40 uniformados que recibieron las herramientas que permitan mejorar la comunicación y atención de las comunidades étnicas de la región. “Este enfoque étnico y diferencial permite a los policías tener una comunicación más asertiva con las poblaciones indígenas, afro, raizales, que también necesitan el apoyo de la institución para lograr esa convivencia y seguridad ciudadana”, indicó Jimena Toro, gestora social del Valle, quien en representación de la gobernadora Dilian Francisca Toro, asistió a la graduación de los policías.
Óscar Lenis, secretario de Asuntos Étnicos del Valle, destacó que esta estrategia permite tener “complementos muy importantes porque ya la Policía va a poder tener más herramientas, más insumos para atender a esa población vulnerable”.
Jimena Toro precisó que “los 1.000 jóvenes que serán impactados en Tuluá como gestores de paz para la ciudad, son un logro maravilloso para la seguridad humana, para la convivencia que se busca. Así mismo, para apartarlos de entornos negativos que genera el consumo de drogas, entre otras problemáticas”.
La idea es que estos programas se implementen en los 42 municipios del departamento.