Por: Miguel Ángel Arango
¿Y DÓNDE ESTÁN LOS CONCEJALES? Ana Erazo y Roberto Ortiz, frente a la opinión pública tienen el control casi que absoluto del concejo municipal. La primera habla duro y tiene capacidad de cuestionamiento cuando la coyuntura lo exige.”Chonto”, va en su segundo periodo, tiene experiencia congresional y tres candidaturas a la alcaldía de la ciudad lo cual lo llena de experiencia a la hora de exponer y defender sus ideas.
Las constantes apariciones de los dos en mención desnuda flaquezas en el resto de sus colegas. Se puede tolerar el silencio y las pocas APARICIONES opciones de los debutantes porque se encuentran en proceso de aprendizaje. Los veteranos son mudos e indiferentes y a veces creemos que no se sienten a gusto y prefieren dedicarse a otras cosas distintas a la misión que encomendaron los electores.
Carlos Pinilla Malo, el de mayor edad y el concejal más veterano aparece poco. Seguramente lo afecta que no ayudó a elegir al alcalde y debe extrañar al extremo su amigo Jorge Iván Ospina. Fabio Arroyave, de inteligencia prodigiosa y discurso explosivo no es el mismo concejal del periodo pasado. Su aporte a la corporación y a la ciudad es mínimo y a veces de no existir. Ha sido elegido concejal en tres periodos.
Alexandra Hernández, con varios periodos encima al igual que sus dos colegas en mención sigue sin brillar. La fogosidad de algunos episodios en el cuatrienio pasado hoy no la tiene. Contrasta con el cabildante verde Flower Rojas, quien en los últimos cuatro años no dijo nada y ahora medio habla.
En resumen estamos frente al más flojo concejo de Cali de las últimas décadas. Hoy no sabemos si es por ausencia de liderazgo o por temor a lastimar al nuevo gobierno en momentos en que apenas se inicia la segunda ronda de vinculación de contratistas.
Al proyecto del plan de desarrollo que al final votaron veinte de los concejales y solo se abstuvo uno le faltó más rigor a la hora de las discusiones. Algunos sacaron pecho porque el gobierno les acogió proposiciones que son nimiedades que con ellas o sin ellas no pasa nada. Política de pobreza.
No hubo un gran debate a la ausencia de grandes obras de infraestructura que tanto necesita la ciudad. Roberto Ortiz, en su campaña para la alcaldía propuso un plan ambicioso con nueve complejos viales pero al parecer perdió el libreto porque hasta donde hemos leído no vemos ninguna solución vial.
Se calcula que el plan de desarrollo de Eder requiere más de veinte billones de pesos pero no vemos una gran obra que conmueva a Cali y que haga suponer que tendremos una ciudad como Medellín o Barranquilla.
El alcalde en este capítulo se mostró receptor lo cual no fue aprovechado por concejales para darle a Cali el giro que necesitamos. Significa que seguiremos con la crisis de movilidad y soportaremos largas esperas para pasar un semáforo al sur, al norte, al occidente y al oriente. Y está asegurado que esta administración no hará el puente de chipichape, una megaobra que hace cerca de quince años pagamos los caleños.
JIMÉNEZ El senador vallecaucano, Carlos Abraham Jiménez, pidió a los colombianos no caer en la trampa de la reelección y de la constituyente las que considera cortinas de humo para ocultar la profunda crisis social y económica que vive el país. El congresista dijo que miles de jóvenes se han ido del país porque no tienen presente ni futuro y los embarga el pesimismo que genera ya incertidumbre de un gobierno descontrolado.
Jiménez lamentó las masivas intervenciones de las EPS y los anuncios de Sura de entregar el servicio al considerar que las condiciones del momento dificultan seguir la operación.
El legislador agregó que le preocupa las condiciones de la economía y siente que el comercio ha caído en ventas mientras en los hogares se consume menos porque los ingresos no son suficientes para la alimentación porque los precios de los productores hoy no son manejables.