El Primer Torneo de Cornhole para docentes, directivos docentes, administrativos y prestadores de servicios de las Instituciones Educativas Oficiales (IEO) de Cali se llevó a cabo en la Liga Vallecaucana de Tejo, situada en las Canchas Panamericanas.
David Camayo, licenciado en Educación Física de la Universidad del Valle y docente en la IEO Luis Fernando Caicedo, compartió que el término «cornhole» proviene de «corn», que significa maíz en inglés, y «hole», que se traduce como hoyo. Este deporte tiene su origen en Estados Unidos y fue introducido en Colombia hace unos tres años. La intención es que Cali, siendo la capital deportiva, lo adopte con entusiasmo para luego promoverlo en otras ciudades del país.
El cornhole consiste en lanzar pequeñas bolsas llenas de maíz hacia el tablero del oponente, con el objetivo de embocarlas en un agujero. Cada partido se juega a tres sets, con una puntuación que puede ser de 15 o 21 puntos, dependiendo de la competencia. Los participantes se sitúan enfrentados, defendiendo cada uno un tablero ubicado a una distancia de 8,20 metros el uno del otro.
Enrique Sinisterra Venté, funcionario público de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Asociación Sindical de Educadores del Valle (Asieva), destaca que este juego alternativo se ha promovido en Cali y sus alrededores durante más de un año, con el objetivo de brindar acceso a la recreación y la cultura a los profesores, fomentando hábitos saludables. Lo interesante es que personas de todas las edades, desde los 5 hasta los 90 años, pueden practicarlo. En términos competitivos, el cornhole requiere habilidades como fuerza, precisión, coordinación, destreza manual y una condición física adecuada.
En una mañana de diversión, integración y aprendizaje, cerca de 80 servidores públicos se familiarizaron con este deporte. Shirley Hernández Martínez, docente y miembro de la Junta Directiva de Asieva, destaca que el cornhole es un deporte formativo, recreativo y cultural, apto para toda la comunidad educativa.
No es necesario ser un deportista de alto rendimiento para disfrutarlo, lo que lo convierte en una actividad inclusiva que puede unir a padres, estudiantes y maestros en las Instituciones Educativas Oficiales de Cali, generando un sentido de familiaridad y cohesión.
